El anuncio oficial del Ministerio de Energía, del martes pasado, no incluyó cuál será el aumento para comercios y pymes. En declaraciones radiales el ministro Juan José Aranguren aseguró que el incremento será del 54 por ciento. El ex CEO de Shell dijo que el tarifazo eléctrico para ese sector será de un 30% en febrero y del 18% en marzo, con lo que «habrá un promedio de un 54 por ciento».

El presidente de la Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios (Apyme), Eduardo Fernández, advirtió que «será casi imposible que los comercios no trasladen el aumento a los precios». Fernández explicó a Tiempo: «En las pymes se produce un doble efecto: por un lado, habrá una restricción al consumo, ya que los aumentos provocarán una nueva pérdida en el poder adquisitivo; por el lado efectivo del incremento, se verá una nueva baja de rentabilidad. Es un cóctel de medidas que va de incrementos de importaciones, suba de combustibles, de peajes, de gas, de agua, eliminación de la devolución del 5% a las tarjetas, y todo eso va a afectar el consumo y la rentabilidad de las pymes».

Fernández recordó también que «es muy difícil dimensionar el aumento hasta que llegue la factura. Hay que recordar que las distribuidoras deben calcular cuánto será el ajuste para el resto de las provincias».

Augusto Santucho, empresario y gerente de Fametal Aceros, proveedora de insumos de metálicos, apuntó que el tarifazo va a «afectar considerablemente las ventas y la rentabilidad del sector y, sin duda, los costos se van a trasladar automáticamente a los precios». Tal es así, que incluso unos días antes del anuncio, «ya hubo aumentos del 5% en una gama muy amplia de productos. Los que tienen posición dominante y pueden aumentar precios, ante la caída de ventas, aumentan. Hay productos que venden la mitad de lo que vendían».

Para Santucho, «ya muchos comercios venían con muchas dificultades, en crisis. Esto los va a hundir más. Hay muchos que están en un punto de equilibrio y van a empezar a perder; hay otros que ya estaban perdiendo dinero y entrarán en crisis; otros, ganaban poco y quedarán en equilibrio», explicó y ejemplificó: «Un comerciante del sector me decía que pagaba $ 2500 de luz y con los primeros aumentos pasó a pagar $ 8000 y luego $ 10 mil. Ahora, ¿pagará $ 15 mil? Esa empresa no retira más de 30 o 35 mil pesos por mes; es decir, un tercio de lo que se lleva a su casa».

El empresario metalúrgico analizó. «Una salida sería regular importaciones, a través de impuestos como era antes. Si garantizan el mercado y se recupera volumen, se puede competir. Pero, evidentemente, no es lo que quiere el gobierno», concluyó. «