El Gobierno Nacional y Farmacity informaron que Mario Quintana, fundador y ex presidente de la compañía y actual secretario de Coordinación Interministerial de la Jefatura de Gabinete de la Nación, vendió todas las acciones que aún poseía en la empresa.

La transacción se hizo el 15 de agosto, ante las denuncias por conflicto de intereses que se acumularon; sobre todo, a partir de la resurrección del conflicto legal entre la firma y el Estado, por el intento de la Sociedad Anónima de ingresar en la provincia de Buenos Aires, lo cual está prohibido por la ley provincial.

La investigadora del Conicet y especialista en sociología económica, Ana Castellani, explicó a Tiempo en la edición del 21 de octubre del año pasado: «Ya por haber sido directivo y fundador de esta empresa, se genera una situación de conflicto de interés ex ante; es decir, no hay que esperar a que efectivamente suceda que Quintana intervenga a favor de Farmacity y se lo demuestre ante la Justicia, sino que están dadas la condiciones estructurales para que se termine por incumplir con los deberes de funcionario público. Ya hay un conflicto de interés potencial. El tema es conocido como ‘puerta giratoria’. Por eso, en muchos países se regulan este tipo de cuestiones; para evitar estos casos».

Esa regulación consiste en esperar un tiempo prudencial (un año, seis meses, dos años, según el país) entre dejar lugares de poder en el mundo privado y comenzar a aejercer la función pública. Quintana no sólo saltó de ser presidente de Farmacity a ser uno de los funcionarios más importantes del Gobierno Nacional de un día para el otro, sino que se tomó dos años y medio para terminar de vender sus acciones en la compañía.

Números que no cierran

De acuerdo a la Declaración Jurada del año 2017 presentada oportunamente por Quintana ante la Oficina Anticorrupción, el Vicejefe de Gabinete poseía acciones en Farmacity SA y en Partners I SA (controlante de la compañía) por menos de $ 9 millones.

Según informó Farmacity al diario El Cronista (Quién es Quién 2018), la facturación del año fue de $ 17 mil millones. Con estos números, la participación de Quintana debía estar en torno a los $ 510 millones.

El propio Quintana, en diálogo radial con el periodista oficialista Jorge Lanata, colocó en mayo último al valor de la empresa en unos «400 o 500 millones de dólares». Así las cosas, su participación sería de US$ 15 millones (240 millones de pesos, según la cotización al momento de emitir su DDJJ).

Ambas estimaciones están muy lejos de los $ 9 millones declarados a la OA. Sin embargo, el número oficial de la transacción no fue informado por ninguna de las partes.