Hablar de la radio en pleno siglo XXI sigue siendo hablar de un dispositivo que ostenta voces para todos los oídos. A la hora de escucharla las costumbres cambiaron –no importa tanto si es en casa, en la computadora o en el teléfono– porque las propuestas se multiplican por toda la extensión del dial. Ya se sabe: en las diferencias suele habitar el gusto.

De todas maneras y más allá de generalidades, un horario en especial sigue siendo la verdadera vedette de quienes escuchan radio, y no por casualidad el espacio donde se concentra la mayor facturación, encendido e interés de las marcas por darse a conocer. Hablamos del segmento conocido como la segunda mañana –la parte del día que comienza a las 9 para terminar a las 13– y que año a año se erige como una de las franjas más determinantes de las emisoras de FM. Como muestra de la importancia que gravita en ese sector, el mercado de pases de 2018 se movió con grandes jugadores que apuntaron –y lograron– habitar en ese horario. 

El regreso de Lalo Mir a Radio Pop o el salto de Beto Casella a las mañanas de Rock and Pop fueron los pases más resonantes del mundo de las FM, al mismo tiempo que le imprimieron a ese segmento una oferta de conductores que se complementa con figuras como Guido Kaczka y Claudia Fontán (ambos al frente de No todo está dicho, en la mañana de FM 100); Andy Kutznezoff y equipo (con Perros de la calle, en Metro 95.1); o la vigencia de Elizabeth Vernaci (con Black & Toc, de 10 a 13 en Radio con vos) demuestran que la relevancia de la segunda mañana continúa siendo un anzuelo atractivo tanto para el público como para los anunciantes. «La radio sigue siendo una atracción para la gente pero a la vez una costumbre de un hábito sostenido en el tiempo. Es un medio sorprendente y misterioso a la vez que tecnológicamente siempre fue actualizándose. Décadas atrás el segmento de mayor relevancia era la primera mañana, así que de 6 a 9 se concentraba mucha más gente, más figuras y más facturación. Luego todo fue cambiando de tal forma que con la llegada de la FM a finales de los ’70 la segunda mañana fue creciendo hasta lo que significa hoy. Yo creo que eso persiste en el tiempo porque las personas tienen mucho deseo de comunicarse, de saber y contar. Ahí hay un poder que tiene que ver con el medio y la voluntad del individuo para poner la oreja mientras hace otras cosas. La radio no es una pantalla a la que hay que mirar y eso queda más claro en estos tiempo digitales», afirma Lalo Mir, haciendo un análisis certero de la radio y de una franja horaria que él mismo habita desde la década del ochenta con el célebre programa Radio Bangkok.

Para otro que va camino a transformarse en un histórico de la franja, la radio pide poco y a la vez da mucho, siempre hablando desde las 9 de la mañana en adelante. Según Gabriel Schultz –coconductor de Perros de la calle, el programa de Andy Kutznezoff en Metro 95.1– «la radio es el único entretenimiento que no necesitás estar viéndolo para sentir que estás en compañía. Digamos que a la media mañana uno puede estar haciendo las cosas en el laburo, estar manejando o en la cola para pagar un servicio, y ahí la radio te acompaña de una manera distinta. Eso tiene que ver con el público de la media mañana. No tengo duda alguna de eso».

Un público particular

Con 30 años que se cumplen este año, Aspen se transformó en una radio que supo dejar atrás los vendavales de las modas y estilos, siendo escuchada por un amplio abanico de edades. Para Leo Rodríguez, locutor histórico de la emisora que ostenta el segundo lugar de las radios más escuchadas de las FM, «al oyente de la media mañana le interesa la música y la información precisa. Me consta que en otras radios pasa lo mismo, en referencia al estar informado, saber qué pasa con el transito, etc. El público de Aspen sabe que si sucede algo importante se lo vamos a contar sin invadirlo con palabras ni consignas, sino que lo vamos a acompañar con la música, ni más ni menos. Siempre tendrá de la radio algún dato o información o algún disco nuevo. Por ejemplo, en la media mañana de Aspen podemos presentar el disco nuevo de U2 o lo reciente de un artista que nosotros consideramos que puede ser de relevancia a nivel mundial a la brevedad, o que tiene un sonido que se identifica con la radio».

Para Beto Casella, reciente incorporación fuerte de Rock and Pop, donde conduce Bien levantado, entender al público de la media mañana, decodificarlo y comprenderlo es vital para saber cómo moverse en el segmento: «Es obvio que hay una cantidad de encendido importante, más fuerte y caliente, siempre ligado al segmento que comienza a las 9. Si bien hay radios donde la primera mañana es fuerte, lo usual es que la segunda concentre más crecimiento de audiencia. Hice los dos horarios y creo que el 90 por ciento de la gente que te escucha en la primera mañana se prepara para ir a un laburo que no le gusta, por un sueldo que no merece y con un jefe al que no se banca. Eso es un desastre, así que siempre pienso que ellos quieren que los acompañen con humor o con algo relajado sobre todo. En cambio, en la segunda mañana el horario te permite desarrollar algunas secciones, estirarte o tener una charla que te puede dejar pensando a vos más allá del oyente. Ese es el poder de la segunda mañana».

Cambios permanentes

Cada año el mercado de pases del mundo de la radio se hace notar. Pero concretamente con el de la segunda mañana en especial, sufre intensos vaivenes ligados al intercambio de diversas figuras del segmento. ¿Estamos hablando entonces de una franja horaria obligada al cambio permanente? «Yo creo que los cambios vienen más por el manejo desprolijo de las empresas que manejan radios que por otra cosa. De hecho, lo que sucedió con Radio América fue el inicio de algo que comenzó a replicarse más tarde. Los grandes cambios de la mañana en la radio tienen que ver con desastres administrativos, por llamarlo de una manera elegante. Más allá de las figuras, si te ponés a hilar fino, fue más bien por malos manejos», aclara Schultz. 

Este factor de las «desprolijidades» es compartido por Casella luego de su paso por el Grupo Indalo: «Hay mucho movimiento porque llegó al mundo de la radio mucho empresario privado que no era del palo e hizo desastres. El estado del dial está como está por la llegada de estas personas que se metieron en los medios para ser influyentes y hacer negocios, pero no entendían ni un pito de esto. Entonces, los que estamos en el medio tenemos que enseñarles cómo manejar un medio de comunicación. En algunos casos fue fatal porque terminaron con radios fundidas como fueron las experiencias de Garfunkel y Szpolski. El mapa en general de las radios es lamentable». 

A manera de coda, es el propio Mir quien mira el horizonte sobre el mundo de la radio poniéndole paños fríos al horizonte. «Es verdad que el estado de muchas radios es triste, pero siempre la radio estuvo ahí para sobreponerse a todo. Una prueba de eso es que la media mañana sigue siendo un espacio vital para intentar hacer radio, así sea desde una emisora chica hasta los que estamos en las que tienen más llegada. Mientras haya alguien del otro lado siempre habrá ganas de hacer radio», concluye.  «