Barcelona

El derechista Partido Popular (PP) y Ciudadanos firmaron un pacto anticorrupción que abre formalmente las negociaciones para que los liberales voten a favor del candidato de los conservadores, Mariano Rajoy, en las sesiones de investidura que se celebrarán el próximo 30 de agosto y el 2 de septiembre.

Los voceros parlamentarios Rafael Hernando, del PP, y Juan Carlos Girauta, de Ciudadanos, fueron los encargados de rubricar el documento, que incluye seis medidas de lucha contra la corrupción y regeneración democrática planteadas por los liberales como condición para pactar cualquier apoyo a Rajoy.

Concretamente, y luego de que Ciudadanos evocara la ola de casos de corrupción que en los últimos años salpicó al PP como motivo de su renuencia a respaldar a Rajoy, ambos partidos se comprometen a prohibir que cargos públicos imputados formen parte del gobierno o tengan un escaño en el Parlamento.

También acordaron en el documento, firmado en el Parlamento, eliminar los aforamientos- que funcionarios sean juzgados por tribunales superiores- y llevar a cabo una reforma de la ley electoral a fin de aumentar la proporcionalidad, desbloquear las listas y acabar con el voto rogado de los emigrantes españoles. Además, convinieron en poner fin a los indultos en casos de corrupción, limitar los mandatos a ocho años y abrir una comisión de investigación sobre la financiación ilegal del PP, el famoso caso de las «cuentas B» del ex tesorero Luis Bárcenas.

El compromiso es que las medidas se tramiten en los primeros tres meses de gobierno. «Si queremos empezar a cumplir, tenemos que darnos prisa», afirmó Girauta en conferencia de prensa en el Congreso de los Diputados, donde los partidos tenían previsto comenzar a negociar esta misma tarde con la intención de llegar a un pacto en el plazo de «una semana».

El dirigente naranja -el color que identifica a Ciudadanos, liderado por Albert Rivera- subrayó que la negociación «no es para un pacto de gobierno sino de investidura» y que la disposición de su partido es no poner «líneas rojas». El objetivo es «conseguir un documento en el que compartamos un número suficiente de reformas, medidas, iniciativas, corrección de otras, que hagan que la investidura valga la pena», subrayó.

«Si algo empieza ahora es una cultura del pacto, que existió en momentos trascendentales de la democracia y que ahora regresa», destacó Girauta, quien destacó que muchas de las medidas contenidas en el acuerdo anticorrupción estaban en el pacto de investidura «fallido» que firmaron Rivera y el líder del Partido Socialista (PSOE), Pedro Sánchez. «Las coincidencias existen. Pese a la tendencia a ver bloques irreconciliables, la verdad es que si hay un bloque es el constitucionalista, de los que compartimos las reglas del juego democrático, desde la Constitución, y luego hay matices, de los conservadores, socialdemócratas y liberal demócratas», dijo el diputado, enviando un mensaje al PSOE. Si las negociaciones entre PP y Ciudadanos resultan fructíferas, Rajoy no tendrá garantizada su reelección a menos que los socialistas cambien su voto negativo por una abstención.

El PP, que ganó las últimas elecciones del 26 de junio con 137 diputados, sumaría los 32 de Ciudadanos, con lo que quedaría en 169 votos favorables, lejos de la mayoría absoluta de 176 que necesita superar en la primera votación, el 30 de agosto. Mientras, en la segunda votación, del 2 de septiembre, tendría más votos en contra, 180, fundamentalmente por el «no» del PSOE (85) y Podemos (71), y de los independentista catalanes y nacionalistas vascos.

Desde las elecciones del 20 de diciembre pasado, en las que también se impuso el PP sin mayoría suficiente para gobernar, Rajoy no había conseguido hasta ahora negociar el apoyo de ningún partido. Ciudadanos rompió el cerco, ya que la repetición de los comicios en junio arrojó un resultado similar e incluso reforzó al PP frente a las «fuerzas de cambio», que se estancaron -tanto los liberales como Podemos perdieron votos-, lo que alejó la posibilidad de un gobierno alternativo liderado por el PSOE, que también retrocedió. El bloqueo político y la falta de acuerdo puede derivar en unas terceras elecciones, algo inédito en democracia, y que tampoco garantiza un movimiento en el tablero político, según los últimos sondeos. «Los electores nos dijeron que teníamos que entendernos, que teníamos que llegar a acuerdos.

Ya no son tiempos para el teatro por eso apelamos a la responsabilidad del señor Sánchez», insistió hoy Hernando. «El acuerdo con Ciudadanos es importante, trascendental, pero no es suficiente. Necesitamos que se desbloquee la situación y quien tiene la llave es el señor Sánchez y el Partido socialista», reiteró. «Apelo a su responsabilidad, sentido común y de Estado, para que sea capaz de permitir que España pueda tener un gobierno de quien ganó las elecciones, con un respaldo suficiente para asumir los compromisos y las reformas que los españoles necesitan», añadió.

Hernando sostuvo que el acuerdo con Ciudadanos es de investidura pero que al PP le gustaría que «se convierta en un pacto de gobierno». «Vamos a trabajar con generosidad y por los intereses de los españoles», aseguró. Ciudadanos está dispuesto a llegar a acuerdos con el PP en materia presupuestaria, techo de gasto y senda de déficit, para cumplir con los objetivos de la Unión Europea.

Tras la escenificación el acuerdo PP-Ciudadanos y con la fecha de investidura marcada en el calendario, Sánchez reiteró hoy que el PSOE votará «no» a la investidura y también a los presupuestos que presenten los conservadores por «coherencia» y porque será «continuista» en términos económicos. «No seremos cómplices de la corrupción, ni de la precariedad ni del desempleo», dijo Sánchez en declaraciones a la prensa desde Ibiza.