Un policía bonaerense que había sido acusado de participar de los incidentes ocurridos en el Congreso de la Nación el 18 de diciembre pasado, durante el tratamiento del ajuste a los jubilados, fue sobreseído por la Justicia luego de probarse que en ese momento se encontraba a casi 50 kilómetros de allí, en el partido de Malvinas Argentinas.

La medida fue dispuesta por el juez federal Sergio Torres, luego de que el efectivo, identificado como Damián Alejandro Ferrero (29), aportara numerosas pruebas de que no estaba allí, entre ellas la geolocalización de su teléfono celular.

La acusación de que el sargento había sido uno de los que arrojaron piedras contra sus pares de la Policía de la Ciudad había surgido de la página de Facebook llamada “Policía, la delgada línea azul”, donde se mostraban fotos que supuestamente eran de él. Las imágenes fueron reproducidas por distintos medios de comunicación -que además lo identificaron como militante de Unidad Ciudadana- y Ferrero fue desafectado del cargo por la Auditoría de Asuntos Internos del Ministerio de Seguridad hasta tanto se aclarara su situación.

Al declarar en la causa, el policía dijo que era “inocente” del hecho imputado y explicó que el 18 de diciembre había permanecido en su casa estudiando para un examen que tenía que rendir el miércoles siguiente, ya que es estudiante de Ciencia Política.

Para dar cuenta de ello, ofreció testigos y aportó una impresión de la aplicación “Google Maps” que tenía instalada en su celular, donde constaba que durante todo ese día permaneció en la localidad de Tortuguitas.

Solo por la mañana había concurrido en remís a la Jefatura Departamental Zárate-Campana para ver a un médico, ya que por entonces se encontraba con licencia psiquiátrica; estuvo con algunos compañeros y luego regresó en colectivo a su casa, lo cual pudo probar a través de la tarjeta SUBE.

Luego, explicó, el 21 de diciembre comenzó a recibir mensajes en los que se mostraban fotografías suyas junto a unas imágenes de un hombre arrojando una piedra, pero negó que se tratara de él. Algunas fotos eran de participaciones suyas en algunos actos, pero no la que se mostraba a un hombre causando disturbios.

Al resolver su situación, según el fallo al que accedió Télam, el juez Torres sostuvo que con los elementos de prueba incorporados consideraba corroborada “su completa ajenidad de los hechos” y dispuso su sobreseimiento.

El juez señaló que el policía “no sólo brindó un relato convincente y detallado de sus acciones ese 18 de diciembre -que nada tienen que ver con lo que estaba ocurriendo en las inmediaciones del Congreso Nacional-, sino que además ese relato encuentra plena apoyatura en la prueba aportada por él mismo» y en la que posteriormente produjo el juzgado.

En este sentido, se valoraron publicaciones periodísticas y otras fotografías entregadas por Ferrero que probaban que el agresor era otro, los movimientos de su teléfono y los registros de llamadas entrantes y salientes, que ubican a su usuario dentro del partido de Malvinas Argentinas.