El vicepresidente de Uruguay Raúl Sendic (de 55 años) presentó su «renuncia indeclinable» luego de que un Plenario Nacional del Frente Amplio, fuerza que integra, emitiera un comunicado calificando de “inaceptable” su proceder en la utilización de fondos público. Aunque aún falta que la entregue de manera formal ante el Congreso, la aceptación se da por descontada. Así culmina una crisis institucional que venía sacudiendo al país oriental y que lo tenía en el ojo de la tormenta por diversos temas, desde usurpación de título universitario hasta por su mala gestión en la petrolera estatal, ANCAP.

El hijo del histórico líder y fundador de los tupamaros, Raúl Sendic, se vio envuelto en una escándalo luego de que la prensa publicara los gastos que realizó con una tarjeta corporativa de la petrolera estatal ANCAP, que incluyen compras en tiendas de ropa, de joyas y de electrónica. El problema de su paso por ANCAP es más hondo, ya que el déficit que dejó su gestión implicó un desembolso cercano a los 900 millones de dólares por parte del Ejecutivo de ese país.

El presidente Tabaré Vázquez ya había tomado posición en una entrevista en la que expresó que ante una falta ética de esas características, él se “hubiera ido”, aunque no emitió ningún comentario luego de la decisión de Sendic, a quien él había elegido para que lo acompañara en la gestión por pertenecer a otra línea interna del FA.

Si bien la Constitución uruguaya define que en estos casos el puesto debe ser ocupado por el senador que haya sido más votado, en este caso se trata de José Mujica, quien no puede asumir porque no ha pasado un período presidencial completo desde que dejó ese cargo, por lo tanto, quien ocupará la vicepresidencia será Lucía Topolansky, la esposa de “Pepe” Mujica.