El primer ministro italiano, Mateo Renzi, aseguró que apuesta al voto de los residentes fuera del país para el referéndum que el próximo domingo someterá a votación la reforma constitucional impulsada por su gobierno, y para el que las encuestas dan una mayoría al ‘No’ de entre 4 y 10 puntos aunque con un gran número de indecisos.

«Quizás se podría llegar a un millón y medio de votos desde el extranjero. Si tenemos un millón de esos votos se emparejaría la balanza», aseguro el premier en declaraciones que recoge el Corriere della Sera.

Hay 4.800.000 ciudadanos italianos habilitados a votar en el exterior, de ellos 650.000 en Argentina.

«En Bélgica la comunidad italiana es muy numerosa y casi todos votan ‘sí’. El voto en el exterior es determinante», ejemplificó Renzi, en relación al aporte que pueden hacer los residentes fuera de Italia en una elección para la que también hay un 25% de indecisos, de acuerdo a las últimas encuestas.

«El ‘Sí’ debe conquistar a un tercio de los italianos que viven afuera. Así podremos ganar», agregó sobre los votantes que hasta hoy a las 16:00 de Roma (12:00 de Argentina) tienen tiempo para emitir su voto en cada país de residencia, desde donde se mandarán las urnas a Italia para el escrutinio.

El domingo se votará la reforma que impulsó Renzi apenas llegado al gobierno en febrero de 2014. Busca reducir con ella los costos de la política y agilizar el trámite legislativo en su país, a través de la reducción del Senado de 315 a 100 miembros y una disminución de sus funciones, entre otros puntos.

Renzi, de 41 años y con mas de 1.000 días en el gobierno (un lapso inusualmente largo en la Italia de posguerra), aseguró varias veces que estaba dispuesto a dar un paso al costado en caso de un rechazo en las urnas a su propuesta.

Sin embargo, incluso desde la oposición se muestran cautos con esa posibilidad, pese a que el referéndum se ha convertido para buena parte de los italianos en un plebiscito sobre su gestión.

El domingo, de 7:00 a 23:00 de Italia (03:00 a 19:00 de Argentina) los italianos concurrirán a las urnas para decidir la suerte de la reforma, que también plantea la disolución de las provincias como entes administrativos y el refuerzo de las facultades del gobierno central.

Renzi ha conseguido el apoyo de casi todo el oficialista Partido Democrático, del que es Secretario General, mientras que la oposición, con el Fuerza Italia de Silvio Berlusconi y el Movimiento Cinco Estrellas a la cabeza, han planteado su rechazo a la reforma.