Cuando en la Argentina eran las 21.30 del jueves 8 de septiembre, en Corea del Norte eran las 13 y se producía la quinta detonación atómica en coincidencia con el 68 aniversario de la fundación del país. Según informaron las autoridades norcoreanas, la prueba se realizó con una bomba nuclear pequeña cuyo tamaño permitiría colocarla en un misil para arrojarla a gran distancia. La detonación atómica se produjo muy cerca de la base de pruebas nucleares norcoreana de Punggye-ri. En la televisión estatal la locutora Ri Chun-hee, encargada de comunicar los principales anuncios, informó que la prueba se había realizado con éxito.

Las manifestaciones de repudio no se hicieron esperar. El gobierno de Corea del Sur condenó la prueba desde Seúl a través de un comunicado, mientras la presidenta surcoreana Park Geum-hye, de visita en Laos, expresó que se trataba de “una clara violación” de las resoluciones de la ONU y adelantó que Seúl buscará junto a otros países imponer sanciones “mucho más fuertes” por este “acto de desafío contra la comunidad internacional.” 

Por su parte, el primer ministro nipón, Shinzo Abe, consideró hoy al término de la reunión de emergencia del Consejo de Seguridad Nacional nipón que la prueba nuclear realizada horas antes por Corea del Norte constituye una «grave amenaza» para la seguridad del archipiélago. «No podemos aceptar de ninguna manera esta prueba, ni los 21 lanzamientos de misiles que (Corea del Norte) ha hecho este año», explicó Abe, según un comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores.

El canciller ruso, Sergey Lavrov, condenó también la prueba.»Las resoluciones de la ONU sobre Corea del Norte tienen que cumplirse», subrayó desde Ginebra. También los gobiernos de Rusia y China se sumaron al repudio por la prueba nuclear. Obama calificó la detonación nuclear como una “provocación” y reiteró ”el compromiso inquebrantable de Estados Unidos con la seguridad de los aliados en Asia y en todo el mundo.”

Esta detonación nuclear se suma al disparo de tres misiles balísticos de medio alcance que Corea del Norte realizó el lunes hacia el mar de Japón, acción que Tokio condenó calificándola como una «clara provocación». Además, en enero hubo otra prueba nuclear en la misma base militar -escenario de cuatro ensayos anteriores en 2006, 2009, y 2013- y el lanzamiento de un cohete espacial en febrero, por lo que la situación en la región es muy tensa.

Sin embargo, a pesar de que el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas endureció las sanciones contra Corea del Norte, el Gobierno de Pyongyang continuó con sus pruebas de misiles. Su argumento es que Washington mantiene una amenaza nuclear en Corea del Sur.