Todas las encuestas indican que la estrategia de polarización y conflicto adoptada por el macrismo está dando algunos resultados positivos. Lo que muestran los números es que el gobierno nacional está logrando consolidar un núcleo duro. Oscila entre el 25% y el 30%, una porción que se traduce en intención de voto. Este crecimiento viene de estar sacándole por goteo adeptos a Sergio Massa.

El discurso del presidente, Mauricio Macri, pasó de un estilo de cura evangélico, que fomenta la autoayuda, al de jefe guerrero conservador. En la mira está principalmente la expresidenta Cristina Fernández. Ahora, otro blanco directo del gobierno son los sindicatos. Y en este grupo los docentes terminaron ocupando un rol central. Fueron los elegidos por María Eugenia Vidal y Macri para dejar claro que el oficialismo no dará el brazo a torcer en su decisión de que la pauta de aumento salarial se ubique este año por debajo del 20%, a pesar de los más de 40 puntos de inflación del año pasado.

Se sabe que el macrismo no da un solo paso sin hacer antes un estudio exhaustivo de la opinión pública, con encuestas para todos los gustos. Ese cálculo de laboratorio parece haberse equivocado respecto de los maestros.

La última encuesta de la consultora Dicen, a la que tuvo acceso Tiempo Argentino, indicó que el 53,4% de los consultados respalda el reclamo de los maestros y que solo un 34,6% está en contra. Otro elemento, que el macrismo debería tener en cuenta, es que entre el 48% que todavía tiene buena imagen del jefe de Estado, hay más de un tercio que también respalda el reclamo docente. Es decir, aunque no se trate de su núcleo duro, con este conflicto, Macri está logrando el rechazo de una parte de la sociedad que todavía le da crédito.

«El tema con los maestros es muy distinto a lo que pasa con otros gremios. Nosotros medimos también el clima de opinión pública respecto de la huelga general de la CGT (el pasado 6 de abril) y nos dio resultados mucho más parejos entre los que estaban a favor y en contra», remarcó Hilario Moreno, director de Dicen. «Hay varios elementos que explican este respaldo a los docentes. Uno es que la actividad es muy valorada, la tarea de dedicarse a educar. Lo mismo pasa con los médicos. Y además es muy cercana. Todo el mundo conoce a una maestra, un miembro de la familia, una amiga, lo que fuere. Y mucha gente sabe que hay una porción que gana muy poco».

Los costos que paga Vidal

Tomando en cuenta la obsesión del PRO por estudiar la opinión pública, cuesta creer que en el oficialismo no tengan sondeos que muestren las cifras que maneja la consultora Dicen. ¿Por qué profundizan el conflicto, entonces? «Me cuesta creer que midieron mal la situación –remarcó Moreno–. Me parece que hay motivaciones que no tienen que ver con la ecuación electoral. Deben saber que un tercio de los que tienen buena imagen de Macri está a favor de los maestros. Me parece que hay un tema ideológico o el objetivo de disciplinar para luego avanzar. Pagar ahora el costo de este conflicto, pensando que después saldrán victoriosos y recibirán beneficios».

Hay otro número para destacar del sondeo de Dicen, que realizó a nivel nacional un total de 1267 casos. Un 42,4% piensa que la resolución del problema es responsabilidad de los gobiernos de Macri y Vidal, un 28% cree que la culpa es de los docentes y un 20% reparte la carga entre los gremios y el gobierno.

«Hay cosas, como las peleas con la CGT o el discurso anti-inmigrante, que son posiciones de derecha pero que tienen respaldo popular. Esta polaricación con los maestros, en cambio, tiene un costo más alto», destacó Moreno. «Vidal es el mejor ejemplo. Ya no es la que era. Su imagen negativa escaló a 38 puntos. Creció tres puntos respecto de la última medición que hicimos en febrero. Todavía se preserva, pero ya no es ‘Heidi’. El idilio se acabó». «

El PRO quiere a Lousteau por fuera para que le «robe» votos al peronismo

Los armadores políticos del macrismo porteño, centralmente el propio Horacio Rodríguez Larreta, se anotaron, al menos es lo que trascendió esta semana, un puntito que venían buscando.

La candidatura de Elisa Carrió en Capital para las próximas elecciones legislativas estaría confirmada. Lilita pasó de su 2% en 2011 a ser hoy la «preferida de todos» en el universo de Cambiemos y Rodríguez Larreta parece haber logrado el sí. Carrió, sin embargo, puso una condición. Les dijo a los larretistas que seguirá adelante en su objetivo de eyectar de la Corte Suprema Ricardo Lorenzetti.

La confirmación de la candidatura de la líder de la Coalición Cívica en Capital terminaría de configurar el «plan» que el actual jefe porteño tiene para su distrito. Por un lado, sostienen sus operadores, la chaqueña les garantiza alrededor de 40 puntos, que es lo que los macristas consideran su núcleo duro en su bastión. Por otra parte, Martín Lousteau, impulsado por la UCR porteña, dejaría de ser un peligro, ya que comparte público con Carrió, y pasaría a ser «útil» por fuera porque podría morderles algunos votos progresistas al Frente para la Victoria. Esta es al menos la cuenta que hacen en el entorno del jefe porteño, refregándose las manos. «