El gobierno mexicano aceptó revisar y modificar el diseño de una evaluación para maestros contemplada dentro de la ambiciosa reforma educativa y de esa manera cedió por primera vez frente a un grave conflicto que generó protestas, enfrentamientos y una represión policial que provocó ocho muertos, numerosos heridos y renovadas críticas contra el presidente Enrique Peña Nieto. «La Secretaría de Educación ha decidido hacer una revisión de la evaluación docente para mejorarla, hacerla más pertinente y más útil para los maestros», dijo el ministro de Educación, Aurelio Nuño, tras reunirse con representantes del sindicato magisterial. Nuño explicó que con la colaboración del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) se definió una agenda de 11 puntos «a revisar y mejorar» en el diseño de la evaluación, la que se discutirá en un plazo de 45 días. Uno de los puntos que se mejorará será la contextualización de la evaluación para que se acomode a la situación de los maestros en cada región del país. También se revisarán la condición de los evaluadores, las bases de datos, el proceso de calificación y de publicación de notas. Nuño aseguró que todos estos puntos serán discutidos junto al SNTE en los próximos días y reconoció que la reforma educativa ha generado dudas e incertidumbre, indicó DPA. La reforma educativa fue aprobada en 2013 y obliga a los maestros a ser evaluados para ingresar, permanecer o ascender, además de eliminar privilegios que tenía el sindicato, por ejemplo en la asignación de plazas. Los docentes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), la rama más radical del sindicato, realizaron protestas sobre todo en el sur del país y en la capital, muchas de ellas con bloqueos de calles y autopistas, que han devenido en hechos de grave violencia y enfrentamientos con la Policía. Los representantes de la CNTE se reunieron con la Secretaría de Gobernación para entablar una mesa de diálogo, pero desconocieron el acuerdo entre la Secretaría de Educación y el SNTE. El ministro del Interior, Miguel Ángel Osorio, dijo que tras dos meses de protestas y bloqueos en carreteras que generaron desabastecimiento de productos básicos en los estados de Oaxaca y Chiapas, se ha «logrado establecer una ruta que nos permita no solamente distender la problemática, sino que sea un acuerdo duradero». En tanto, miembros de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas difundieron un pronunciamiento en el que expresaron su «absoluto repudio a los actos de represión, asesinatos y criminalización por parte del Estado Mexicano frente al legítimo derecho de protesta de un amplísimo sector de nuestra sociedad ante a la imposición de la reforma educativa», refirió EFE. El pasado 19 de junio se produjo en el municipio de Asunción Nochixtlán, Oaxaca, un enfrentamiento con las fuerzas de seguridad que dejó un saldo de ocho muertos y un centenar de heridos, según cifras oficiales. El hecho fue repudiado por gran parte de la sociedad y con mayor énfasis por organismos locales e internacionales de derechos humanos debido a la represión policial, lo que a su vez derivó en un mayor descrédito hacia el presidente Peña Nieto, quien sufre la mayor desaprobación popular de su gestión, situada en más del 60 por ciento según las últimas encuestas.