Barcelona

El ex director del Fondo Monetario Internacional (FMI) Rodrigo Rato volvió a declarar ante la Justicia española en el marco de la causa que investiga su patrimonio, concretamente por presuntas irregularidades relacionadas con el contrato de su ex cuñado como asesor de Bankia, entidad que presidió entre 2010 y 2012.

Es la cuarta vez que el ex vicepresidente del gobierno del conservador José Maria Aznar declara como acusado en esta investigación, por la cual en 2015 fue arrestado durante unas horas, convirtiéndose en el primer banquero de peso en España en caer en manos de la Justicia en relación con la gestión de entidades financieras que estuvieron en el origen de la última gran crisis que afrontó el país.

El ex político del Partido Popular (PP) está imputado por delitos de blanqueo, fraude fiscal, corrupción entre particulares y administración desleal. La investigación busca determinar el origen de su fortuna y esclarecer pagos, préstamos y negocios sospechosos que Rato hizo a través de un entramado familiar en el extranjero mientras presidía Bankia, entidad que fue rescatada por el gobierno de Mariano Rajoy en 2012 para evitar su quiebra.

En esta ocasión, el juez de Instrucción número 31 de Madrid, Antonio Serrano Arnal, citó a Rato para esclarecer detalles relacionados con el «fichaje» como asesores de Bankia de su ex cuñado, Santiago Alarcó, y de su ex secretaria, Teresa Arellano. Según la investigación, el ex banquero contrató a Alarcó como asesor de Caja Madrid con una retribución de 120.000 euros; en el 2012 el contrato se renovó por 240.000 y un año después por 480.000 euros. Existen indicios de que pudo haber un trato a favor o que los contratos se inflaron en el marco de una estrategia de apropiación de dinero por parte de Rato.

La próxima semana, Rato deberá regresar a los tribunales para ser juzgado por las «tarjetas black» de Bankia, el caso que destapó el uso de tarjetas de crédito opacas en esta entidad bancaria y su predecesora, Caja Madrid, método que permitió el vaciamiento de 15 millones de euros.

El nombre de este español que presidió el FMI entre 2004 y 2007 apareció en la investigación de los «Papeles de Panamá», la filtración masiva de documentos del estudio de abogados panameño Mossack Fonseca que reveló la identidad de numerosas personalidad del mundo de la política, el deporte y el espectáculo con empresas en paraísos fiscales.