Un equipo formado por investigadores de todo el mundo, entre los que se encuentra el argentino Rodrigo Díaz, del CONICET, informó del descubrimiento de un planeta extrasolar de masa similar a la Tierra que podría albergar vida.

Bautizado como Ross 128 b está tan solo separado de la Tierra por once años luz, orbita en torno a una estrella enana roja denominada Ross 128, mucho menos masiva que el Sol y, por lo tanto, más fría y débil. La investigación fue publicada en Astronomy & Astrophysics.

La temperatura de equilibrio estimada para Ross 128 b – entre los -60 y los 20 grados centígrados- lo convierten en un planeta templado, por lo que podría tratarse del más cercano a la Tierra en el que pueda hallarse vida.

El orbitar en torno a una estrella relativamente débil y fría lo colocaría en el umbral de la zona de habitabilidad, marcado por la posibilidad de encontrar agua líquida en su superficie, pese a encontrarse 20 veces más cerca de la misma que el Sol de la Tierra.

Aunque el exoplaneta Próxima b, que orbita en torno a la enana roja Próxima Centauri, se encuentra más cercano a la Tierra que Ross 128 b, aquel recibe de manera ocasional, por parte de su estrella, radiación letal ultravioleta y de rayos X .

Rodrigo Díaz, investigador adjunto del CONICET en el Instituto de Astronomía y Física del Espacio (IAFE, CONICET – UBA) que participó del descubrimiento, prefiere ser prudente: “La temperatura de equilibrio de un planeta se puede calcular de forma medianamente fácil y brinda cierta información general sobre la radiación que recibe. No obstante, es mucho más complicado desarrollar un modelo que permita conocer a ciencia cierta la temperatura de la superficie del planeta dado que esto depende de otros detalles. Sólo así podríamos confirmar que es efectivamente habitable. Por lo que sabemos, estaría justo en el límite”.

De todas formas, una ventaja que ofrece la cercanía de Ross 128 b respecto del Sistema Solar es que permite aventurar que en poco tiempo se podrán conocer datos sobre el mismo que hoy todavía son inaccesibles.

“Al estar muy cerca de nuestro planeta es posible que en un futuro no muy lejano se puedan hacer mediciones sobre Ross 128 b y conocer mayores detalles sobre su atmósfera”, comenta Díaz.

Si bien hasta el momento los investigadores no tienen indicios sobre la posibilidad de que haya otros planetas en torno a Ross 128, no pueden descartar que aparezcan en futuras observaciones.