Como si no bastara con los días amargos que vive el fútbol argentino, el ex entrenador de la Selección Alejandro Sabella está internado con pronóstico reservado, según el parte médico de este martes difundido por el Instituto Cardiovascular de Buenos Aires. Sabella fue hospitalizado el pasado miércoles tras sufrir una descompensación, afectado por la noticia de la muerte de Diego Armando Maradona. Según el parte padece una «cardiopatía dilatada secundaria a enfermedad coronaria y cardiotoxicidad».

Sabella, de 66 años, no dirige desde el 13 de julio de 2014, cuando Alemania venció por 1 a 0 a Argentina, en la final del Mundial, en el Maracaná. Al poco tiempo lo afectó un cáncer de laringe y luego sufrió problemas cardíacos, que fue superando paulatinamente. Ahora venía con molestias e inflamación en las piernas por acumulación de líquido. El miércoles pasado se descompensó en su casa de Tolosa, en La Plata. Cuando se cuadro parecía estable, su salud se agravó por haber contraído un virus intrahospitalario. 

El ambiente del fútbol argentino, sus excompañeros, ex dirigidos y los clubes por donde pasó enviaron mensajes de apoyo, bajo el hasthag #FuerzaSabella. Tanto desde la cuenta oficial del seleccionado argentino en AFA hasta el presidente de Estudiantes de La Plata, Juan Sebastián Verón, o Javier Mascherano publicaron su aliento al entrenador.



Más allá de su buena carrera como futbolista -un 10 zurdo, elegante, que pasó por River, Estudiantes, Ferro, Sheffield United y Leeds United, de Inglaterra- y de sus buenos antecedentes como técnico -campeón de Copa Libertadores con Estudiantes, subcampeón con Argentina tras 24 años sin poder cruzar el ‘Rubicón’ de las semifinales-, Sabella es muy querido por sus gestos y su humanismo. Así lo repiten los jugadores de la Selección del Mundial de Brasil. Y así lo demuestran las pocas apariciones públicas que realizó Pachorra desde el 2014, con discursos memorables como el que dio al ser distinguido por el Congreso de la Nación.