Las denuncias de trabajadores y políticos opositores sobre el desfinanciamiento de programas de salud se traducen efectivamente en números oficiales. De acuerdo a datos actualizados hasta el 5 de junio, que refleja el Ministerio de Hacienda en su página web, hay programas claves que en estos primeros seis meses de 2016, en un preocupante contexto de brotes y epidemias de dengue y gripe, gastaron menos de un 20% de sus presupuestos. Por ejemplo, «Investigación para la Prevención y Control de Enfermedades Tropicales y Subtropicales» tuvo sólo un 0,5% de ejecución, «Atención Sanitaria en el Territorio», un 3,9%, y «Desarrollo de Estrategias en Salud Familiar y Comunitaria» apenas usó 191,2 millones de los $ 1102,9 millones asignados.
Según la explicación oficial, el programa «Atención de la Madre y el Niño» tiene como objetivo principal «reducir la morbimortalidad materna e infantil. Las inversiones del programa están destinadas a mejorar la calidad de vida y el estado sanitario y nutricional de las embarazadas y niños menores de seis años». Pero hasta ahora gastó 340 de los 3966 millones previstos para 2016 (un 14,9 por ciento). 
«Desarrollo de la Salud Sexual y la Procreación Responsable» tiene apenas el 0,85% ejecutado de los $ 163,24 millones disponibles. Tal como sucedió con la Dirección Nacional de Control de Enfermedades Inmunoprevenibles y la Dirección de Enfermedades Transmisibles por Vectores, también el Programa de Salud Sexual y Reproductiva fue reducido de categoría por decreto, en enero, con peligro de desfinanciamiento y falta de personal. Allí hubo 20 despidos a principios de año. Desde la cartera de Salud indicaron que el programa –creado en 2002, apunta a los sectores más vulnerables, y establece el acceso gratuito a métodos anticonceptivos y preservativos– «no fue dado de baja, como no fue dado de baja ningún otro programa de este Ministerio. Ahora depende de la Dirección Nacional de Atención Comunitaria, que a su vez depende de la Subsecretaría de Atención Primaria». Marisa Herrera, investigadora del CONICET e integrante del equipo redactor del nuevo Código Civil, consideró que depender de otro área ministerial «más general, afectará al programa, que se caracterizaba por tener una autonomía funcional y especialización reconocida por su trabajo de campo, con muy buenos resultados». Y se preguntó si los avances alcanzados estos últimos años en materia de derechos sexuales y reproductivos, plasmados en un documento del CONICET que se publicó en el Boletín Oficial el 8 de enero, «no podrían ser el motivo de esta decisión». Según denunciaron los trabajadores, el programa sufrió desmantelamiento, y despidieron a quienes trabajaban en barrios de Capital y provincia de Buenos Aires con equipos interdisciplinarios del Programa Organización Comunitaria en Salud, dando talleres y construyendo redes locales. Esos operativos con atención odontológica, laboratorio, psicólogos, enfermeros, obstetras y trabajadores sociales, estuvieron frenados desde el 28 de diciembre. En una nota publicada por Tiempo días atrás, ATE Salud denunció que unos 60 camiones sanitarios volvieron al ruedo recién la semana pasada, y 570 trabajadores que se desempeñaban en el territorio estuvieron sin actividades asignadas estos seis meses. La denuncia vuelve a confirmarse en los números: el programa «Atención Sanitaria en el Territorio» lleva gastados $ 15,34 millones sobre los 433 millones disponibles.
En el medio, durante todo 2016, los brotes de dengue primero (el peor escenario de la enfermedad en siete años), y gripe A después (que ya causó más de 50 muertos), avanzaron por todo el país convirtiéndose en epidemia, con denuncias judiciales incluidas. En febrero, ATE Salud ya alertaba por 64 mil personas sin atención por el dengue y 13 mil dosis de vacunas que no habían sido aplicadas. «Es un genocidio por planificación de la desigualdad social. Hay subregistro de información de muertes, y la vacunación es un escándalo por la imprevisión que tienen. Por la gripe vacunan con el remanente de Gollán (el ministro de Salud anterior). No hicieron nuevos pedidos, y hay un cuadro sanitario devastador hacia el verano con el dengue, porque los huevos de los mosquitos no murieron», aseguró Héctor Carrica, secretario gremial. En este 2016 crítico por la presencia del mosquito, el programa «Investigación para la Prevención y Control de Enfermedades Tropicales y Subtropicales» ejecutó apenas el 0,5% de los $ 203,1 millones presupuestados.  El de «Desarrollo de Estrategias en Salud Familiar y Comunitaria», un 17% de 1102 millones disponibles; y «Cobertura de Emergencias Sanitarias» no sólo no tuvo aumentos en sus escasos 24 millones asignados, sino que de esa suma gastaron apenas 5 millones. «Prevención y Control de Enfermedades Endémicas» sobresale con un escaso 15 por ciento.

«Si bien la ejecución del Ministerio de Salud en los primeros cinco meses del año llegó al 32,5% del presupuesto vigente, ese porcentaje no fue homogéneo en sus distintos componentes. Mientras que las transferencias devengaron el 54,7%, los bienes de consumo llegaron al 20,9% y los bienes de uso (infraestructura y equipamiento) apenas al 0,7 por ciento. Específicamente, en la partida de productos químicos, donde se registran las compras de medicamentos, se llevan gastados $ 2515 millones de los $ 6334 millones previstos (19,8%) y en la compra de maquinaria y equipo, $ 72 millones de los $ 535 millones presupuestados (13,4%)», aseguró a Tiempo el presidente de la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (ASAP), Rafael Flores. Y completó: «Si bien es habitual que en los primeros meses del año la ejecución presupuestaria sea menor, particularmente luego de un cambio de gobierno, estos casos marcan problemas de gestión que requieren una explicación puntual». «

Garrahan: recorte y pacientes en pasillos

Seis meses pasaron desde que la Legislatura votó el recorte al Hospital Garrahan propuesto por el Ejecutivo porteño. Son 350 millones menos para 2016, que se suman a lo restado en 2014 (113 millones) y 2015 (226 millones). La incertidumbre reina. Al hospital lo financian Nación y Ciudad (ambos 50%), gobernadas por el partido que impulsó esas quitas.

«Los recortes están vigentes –cuenta Pedro Zubizarreta, jefe de Oncología–. Todos los desarrollos nuevos y las obras a hacerse este año, quedaron detenidos». Apunta al primer piso del Hospital Oncológico de Día, que funciona desde diciembre para más de 400 niños. En la segunda planta está prevista una unidad de trasplante de médula ósea, que duplicaría las siete camas disponibles. «Si hubiera dinero, se hace. Los pacientes no pueden esperar: hay chicos con demoras de cuatro meses.»

El hospital atiende al 35% de los niños con cáncer del país. Cristal Chechelgis, enfermera de guardia, alertó por los insumos («Las últimas partidas de las vías para administrar medicación vinieron muy malas, hay que pinchar más veces al chico») y por el colapso: «La semana pasada llegó a haber 45 chicos atendidos en los pasillos». El día a día también los afecta a ellos. Cuenta Chechelgis: «En 2015 hubo 18 mil consultas psiquiátricas de 3800 trabajadores de acá.»

Mientras, apelan a donaciones privadas. El nuevo vacunatorio será financiado con 20 guitarras intervenidas por emblemas del rock nacional.

El Consejo de Administración aún no cerró la paritaria. Aunque debe contar con cuatro integrantes, sólo tiene a Oscar Trotta y Graciela Reybaud, que siendo ministra de Salud de la Ciudad avaló el recorte por considerar que así le daba al Garrahan lo mismo que al resto de los hospitales porteños y porque además veía aumentos «injustificados». «

También en laboratorios públicos

El ítem «Investigación y desarrollo de los laboratorios de producción pública” muestra un 1,82% de ejecución: apenas 91.546 pesos. Durante la última Jornada sobre Producción Pública de Medicamentos realizada en la Facultad de Medicina (UBA), Martin Isturiz, coordinador del Grupo de Gestión de Políticas de Estado en Ciencia y Tecnología, denunció que la agencia nacional, creada en 2015 y que nuclea a los 39 laboratorios públicos, «no funciona porque Jefatura de Gabinete no le transfirió el presupuesto necesario». Los laboratorios proveen el 10% de los fármacos de la canasta del Programa Remediar.

Pero la subejecución no parece ser algo aislado. El gobierno argentino ansía ser parte de la Alianza del Pacífico, que obliga a que cada Estado prohíba los medicamentos genéricos, en favor de grandes laboratorios. Esto afectará sobre todo a hospitales públicos que, gracias a la producción estatal, se ahorran 40% en remedios. A fines de 2007, siendo jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri vetó la ley que creaba un Laboratorio Estatal de Producción de Medicamentos en la Ciudad de Buenos Aires.