El titular del Banco Central encabezó una conferencia de prensa para explicar el propósito de las medidas que el Gobierno estableció a través de un decreto publicado el domingo último en el que se limitan las operaciones en el mercado de cambios.

A la hora de dar cuenta de los motivos de la reciente inestabilidad financiera y cambiaria que llevó a tomar estas medidas de control de cambios, la emprendió contra la incertidumbre generada por el proceso electoral y la supuesta falta de consensos entra las diferentes fuerzas políticas para políticas de largo plazo. El propósito deliberado fue el de intentar deslindar responsabilidades al propio gobierno por la debilidad del sistema financiero, el creciente nivel de endeudamiento, la fuga de capitales y los altos niveles de exposición a los capitales especulativos. “No es normal que una elección genere este escenario, no ocurre en ningún lugar del mundo”, disparó el funcionario y destacó que, “deben haber políticas que no queden bajo un manto de dudas en cada elección. Es muy difícil que las empresas inviertan y las personas piensen a futuro si existe el riesgo de que la política económica de un país oscile como un péndulo.”

Para fundamentar recordó que “hasta las PASO la inflación acumulaba cuatro meses de inflación que nos permitían proyectar un 1,8% de inflación para dicho mes. Esto no sucederá por la volatilidad financiera.”

Sobre las medidas aseguró que se busca “crear un paraguas cambiario” y que se trata de resoluciones “complementarias a las anunciadas por Hacienda”. Para restar dramatismo al cepo que finalmente la gestión oficial se vio obligada a imponer, el titular del Banco Central explicó que “la medida solo afecta al 2% de las personas que compran dólares. Son 26 mil personas.”

Con todo, Sandleris destacó el consenso existente en las regulaciones que rigen en el sistema financiero y que se han mantenido durante las últimas gestiones gubernamentales. Gracias a eso, explicó, “en el segmento del sistema financiero en dólares casi la mitad está disponible y la otra mitad está en los Bancos o prestado a los exportadores” por eso, aseguró, “los depósitos están estables y la liquidez está disponible”.

Al mismo tiempo, el titular del Central reconoció que en las próximas horas se conocerá el informe del BCRA que mostrará “que no cumplimos con la meta de agosto” en lo que se refiere a los agregados monetarios. “La causa –explicó- es que la volatilidad hizo que los bancos mantuvieran niveles de liquidez muy altos” originada en “los pesos que no renovamos en las subastes de Leliq”. Con todo recordó que formalmente las metas son trimestrales y que, por lo tanto, no existiría un incumplimiento con el programa acordado con el FMI aunque, reconoció, “estamos en conversaciones con el Fondo para redefinir la meta” aunque evitó dar precisiones acerca de si buscarán flexibilizar la circulación monetaria o si se verán obligados a reforzar el ajuste del gasto público para financiar los vencimientos de Leliq.

Con el propósito de edulcorar los términos del decreto el titular del BCRA  explicó que “las medidas que hemos tomado no son un substituto de una política monetaria estricta. La tasa de interés va a seguir apuntando a que los ahorristas obtengan un retorno positivo”. La idea, detalló, «es ayudar a que el Banco Central tenga que destinar menos reservas para lograr la estabilidad cambiaria”.

Por último, reconoció que para la operatoria del contado con Liqui mediante la cual empresas y entidades financieras pueden operar en el mercado de cambios y fugar dólares al exterior “no estamos introduciendo ningún cambio”. Lo mismo con relación a las operaciones ilegales con el dólar paralelo o “blue”.