Las ya definidas tres fórmulas nacionales se medirán por primera vez este domingo en las elecciones de Santa Fe. El peronismo unido intentará arrebatarle la provincia al socialismo después de 12 años de hegemonía. En tanto, Mauricio Macri se encamina a una nueva derrota en el dilatado calendario de elecciones provinciales. 

Un escenario hiperpolarizado entre el peronista Omar Perotti del Frente Juntos y el socialista Antonio Bonfatti, del Frente Progresista hace imprevisible cualquier pronóstico. En tanto, el kirchnerismo puede marcar una sorpresa en la ciudad de Rosario.

En las PASO del 28 de abril el peronismo representado en el Frente Juntos obtuvo un 39,90% del total de votos. Dos tercios de esa cantidad los aportó la fórmula integrada por el senador Omar Perotti y la diputada Alejandra Rodenas, quienes derrotaron en la interna a María Eugenia Bielsa y Danilo Capitani. Ahora habrá que ver si la totalidad de los votos que cosechó la ex precandidata se trasladan a Perotti.

Detrás quedó el Frente Progresista del socialista Bonfatti, con 28,92 por ciento. Si bien fue el candidato más votado de manera individual porque no tuvo competencia interna, quedó casi once puntos por debajo de la sumatoria de las dos listas del peronismo. Y muy atrás quedó el intendente santafesino radical José Corral y la concejala rosarina Ana Laura Martínez, que llevó el ahora fenecido sello de Cambiemos, con 18,30 por ciento. Lejos del reparto por tercios que caracterizó los comicios de 2015, Cambiemos quedó ubicado en un lejano tercer lugar con el 18,30 por ciento.

Desde que llegó al poder, el socialismo se transformó en una máquina de ganar elecciones. De hecho, en 2007, 2011 y 2015, si bien perdió en las PASO, logró dar vuelta el resultado en las respectivas generales. El único factor que podría jugar en contra de que se repita este pronóstico, es la unidad de todo el peronismo, que por primera vez logró incluir a todos los sectores: el PJ provincial que responde a Perotti, militantes del bielsismo y todo el kirchnerismo bajo la dirigencia del diputado Agustín Rossi. El Frente Juntos quedó compuesto por 14 partidos, entre el peronismo y aliados.

Si el peronismo lograra imponerse hoy en el tercer distrito electoral del país –representa el 8,36% del padrón  nacional, después de Buenos Aires y Córdoba–, quedará enterrada la conveniente hipótesis que intenta instalar la Casa Rosada de que este año electoral está marcado por las victorias oficialistas. 

La paridad que muestran las encuestas provocó la desesperación del oficialismo local. La campaña sucia proliferó en fotos, videos y audios virales en los que se emparentaba a los candidatos peronistas con exfuncionarios nacionales presos por supuesta corrupción. El troll center tuvo su estreno en la provincia. En tanto, el eje central  de la campaña de Perotti fue la crítica a la inseguridad que sufre el distrito por el notorio avance del narcotráfico enquistado en los cordones urbanos de las ciudades de Santa Fe y Rosario.

Perotti decidió provincializar la campaña y lo logró. No hubo casi definiciones políticas a nivel nacional. Apenas una declaración en medio de la euforia del triunfo en las PASO cuando le dijo a  Tiempo que lo entusiasmaba el «crecimiento del justicialismo en las provincias».


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En Santa Fe fueron 14 partidos que se unieron bajo el sello Juntos el 22 de febrero, cuando el PJ atrajo a Unidad Ciudadana y el Frente Renovador, entre otros, y luego sirvió de ejemplo a nivel nacional.

Por su parte, los socialistas que gobiernan desde 2007 necesitan el triunfo como plataforma de apoyo a la candidatura de Roberto Lavagna, cuyo frente integran. Si pierden la provincia, tendrán como premio consuelo el triunfo en la ciudad de Santa Fe, donde el Frente Progresista puede poner como intendente a Emilio Jatón que en las PASO sacó más del 43% de los votos frente a los 19,66% que alcanzó Albor «Nicky» Cantard, el candidato de Cambiemos. Tercero quedó el peronismo que competirá con Ignacio Martínez Kerz.

En tanto, en Rosario, los socialistas ven amenazado su liderazgo por primera vez desde 1989, ya que el kirchnerista Roberto Sukerman del Frente Juntos tiene altas chances de ganar. Detrás compite el Frente Progresista con Pablo Javkin, y Cambiemos quedó muy lejos con Roy López Molina. También corre Juan Monteverde, de Ciudad Futura. «

El debate del aborto legal y las listas provinciales

El actual gobernador Miguel Lifschitz compite como candidato a diputado provincial por el Frente Progresista. Como principal competencia tiene al candidato del peronismo Leandro Busatto, que tiene mayor base electoral en los barrios populares y en la ciudad de Rosario. Esa área es la llamada «capital del aborto legal» debido a que allí se comenzó a dictar la primera cátedra sobe el tema en la Universidad Nacional de Rosario.

En su lista también quedó integrada después de las PASO la diputada del Movimiento Evita Lucila de Ponti, quien junto con la candidata a vice, Alejandra Rodenas, hicieron campaña a favor de los derechos de las mujeres y todas las identidades sexuales.

Sin embargo, los antiderechos también pueden llegar a tener representación en el Cámara Baja provincial si la mediática Amalia Granata, cuya campaña se basó en militar contra el derecho al aborto, logra una banca este domingo.