El 5 de noviembre de 2005 queda en la historia popular latinoamericana como el día en que un grupo de gobernantes se animó a decirle en la cara al presidente de la nación más poderosa del planeta, George W. Bush, que no. Que No al ALCA, ese mercado común que Bill Clinton y los presidentes de la “larga noche neoliberal” de los 90 habían imaginado desde Alaska hasta Tierra del Fuego que debía firmarse en esa Cumbre de las Américas de Mar del Plata.

Fue el momento culminante de trabajosas negociaciones entre tres líderes que habían coincidido en tiempo y lugar para darle un rumbo al continente como no lo había tenido en 200 años de historia.

Lula da Silva y Néstor Kirchner habían ido tejiendo lazos de amistad y armando políticas conjuntas entre Brasil y Argentina desde que el exgobernador de Santa Cruz llegó a la Casa Rosada, el 11 de marzo de 2003. El metalúrgico había asumido su primera presidencia el 1 de enero de ese mismo año. Desde Venezuela, Hugo Chávez venía luchando contra el mismo modelo económico desde hacía cuatro años y había enfrentado con éxito un golpe de Estado en abril de 2002.

Argentina, en tanto, ya había atravesado el “que se vayan todos” y se había hecho trizas la convertibilidad. En el resto de la región, mientras tanto, el Frente Amplio uruguayo había ganado la presidencia unos meses antes de la mano de Tabaré Vázquez, que había sido intendente de Montevideo.

En Bolivia, la siempre caótica nación del Altiplano, Evo Morales era número puesto para el triunfo que finalmente obtuvo en diciembre de ese mismo año. Habría que esperar a 2007 para que Rafael Correa -que entonces era ministro de Economía del presidente Alfredo Palacio, que había reemplazo de Lucio Gutiérrez- cerrara desde Ecuador el círculo virtuoso de los presidentes “progresistas” que imprimieron su sello en el principio de siglo de esta parte del mundo.

De allí a que muchos de los protagonistas de esa gesta celebraran desde las redes sociales aquel acontecimiento. Es el caso de Luis D´Elía, uno de los operadores para consensuar una propuesta común.

Hugo Yaski, líder de la CTA y diputado Nacionalo por el Frente para la Victoria tambièn se sumío al recordatorio.

Lo mismo hizo el partido Nuevo Encuentro, de Martín Sabbatella…

Y la concejal platense Victoria Tolosa Paz…

Otro que quiso cantar presente fue el analista político Juan Manuel Karg, autor del libro Del No al Alca a Unasur, junto con el malogrado Agustín Lewit. En este caso recordando la participación clave que tuvo Diego Maradona en ese hecho.

El Partido Socialista Unificado de Venezuela, PSUV, por su parte, quiso recordar a Hugo Chávez en la Cumbre de los Pueblos, paralela a la de las Américas de Mar del Plata donde se celebró el encuentro presidencial.

Una lideresa bolivariana, Tania Valentina Díaz, vicepresidenta de la Asamblea Nacional Constituyente de Venezuela, también recordó a Chávez.

Los tiempos cambiaron. Chávez y Kirchner fallecieron, Lula está preso en un caso tipico de law fare. Con esa misma metodología, Correa está perseguido por el gobierno de Lenin Moreno. En Uruguay, Vázquez deja su segundo mandato en unos meses mientras su pais enfrenta un balotaje en que el FA se juega la permanencia. Morales, a su vez, sufre otro acoso de la derecha, que promete hacerle la vida imposiuble en un nuevo mandato constitucional.

El soplo de esperanza viene desde Argentina, luego del triunfo de Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner.