Los docentes de todo el país enfrentan las que pueden ser las negociaciones paritarias más complejas de los últimos años. A la decisión del gobierno nacional de eliminar la paritaria docente nacional se suma la posibilidad de que las provincias planteen un incremento salarial de no más del 18% para este año. Incluso, algunas administraciones, como la bonaerense, amenazan con dar los incrementos por decreto si las negociaciones no avanzan (ver aparte). En ese contexto, las conducciones de los sindicatos docentes plantean una serie de iniciativas que no incluyen, al menos por ahora, la movilización masiva de los docentes antes de que los hechos se consuman.

La reunión que 18 gobernadores mantuvieron el jueves pasado en el Hotel Savoy, y que este diario anticipó en su edición anterior, dejó en claro dos cosas. De un lado, el aval de los mandatarios a la decisión del gobierno nacional de no convocar a la paritaria nacional; del otro, la disposición a ofrecer un incremento de salarios del 18% para este año, con la posibilidad de extenderlo al 20% en algunos casos, pero también con la advertencia de que algunos distritos podrían ofrecer mucho menos.

No parece que el gobierno nacional vaya a dar marcha atrás. Su intervención, a través de los ministros de Educación, Esteban Bullrich, e Interior, Rogelio Frigerio, dejó a las claras que recorrerá el camino de la no intervención en la medida en que no enfrente una oposición que se lo impida.

Del lado de las gobernaciones, su mayor reclamo es que el gobierno nacional les siga girando los fondos educativos con los que complementan las partidas locales destinadas al pago de los salarios. La única voz disidente fue la del gobernador de San Luis, Alberto Rodríguez Saá, quien dijo que «el hecho de que el gobierno nacional se desentienda del tema es simplemente, en un año electoral, pasarles el conflicto a las provincias. Me parece una atrocidad. Es una avivada del gobierno nacional».

Así las cosas, los sindicatos docentes mantienen una rutina propia de años menos complicados. Sonia Alesso, secretaria general de Ctera, el mayor gremio docente del país, con seccionales afiliadas en todo el país, le adelantó a Tiempo que «el 8 de febrero nos reuniremos los cinco sindicatos de alcance nacional para evaluar la situación, si el gobierno de (Mauricio) Macri mantiene la no convocatoria a la paritaria nacional. En caso de que así sea, iremos a conflicto».

En el acto que hicieron los docentes el jueves pasado para contrarrestar la reunión de los gobernadores, Alesso aseguró que «si no hay paritaria nacional, habrá paro nacional», además de una marcha nacional docente.

Ctera prevé convocar para el 9 de febrero a un plenario de secretarios generales de los sindicatos de distrito afiliados a su organización (UTE, en la Ciudad de Buenos Aires, Suteba, en la provincia de Buenos Aires, etc.) en el que discutirán la situación de la paritaria de cada provincia y el cuadro nacional. «Vamos a analizar la situación provincial y tomar una posición unificada respecto de nuestro reclamo salarial en cada distrito», agregó Alesso, quien indicó que Ctera rechaza el 18 por ciento. Por último, el sindicato nacional realizará un congreso antes de fin de febrero en el que prevé profundizar la posición que adopte en las instancias previas.

Mientras Ctera organiza estas reuniones, los demás gremios nacionales (UDA, CEA, Amet y Sadop) también moverán sus cuerpos orgánicos, como se denomina en la jerga sindical a estos estamentos. Mario Almirón, titular de Sadop (docentes privados) dijo: «La paritaria federal docente es una herramienta de democratización de las relaciones laborales de la actividad. Su fragmentación abre la puerta al autoritarismo». «