Las inversiones de las empresas encadenaron en agosto el cuarto mes consecutivo en sentido negativo con una caída del 9,5% que es la más alta desde septiembre de 2016, informó el Instituto de Trabajo y Economía Germán Abdala (ITEGA).

El proceso confluye con la problemática de la tasa de interés, que el gobierno llevó a niveles altísimos, y que hoy mantiene en el orden del 80 por ciento.  

El Indicador Mensual de Inversión (IMI) destacó una suba casi imperceptible de los desembolsos en Construcción (0,1%) gracias a la finalización de las obras privadas que empezaron en 2017 aunque poco pudieron hacer contra el brutal recorte de la obra pública.

Pero la caída fue más pronunciada en Equipo Durable de Producción (EDP) donde las inversiones cayeron un 18,5%, un rubro que está recesivo desde octubre de 2017. En este caso los rubros más afectados fueron químicos, plásticos y metalmecánica.

El dato del EDP importado (-24,9%) indica que la baja de la inversión se relaciona con el estado de la economía. Las empresas no volcaron fondos para adquirir esos equipos ni en el país ni fuera del país. En este último caso (el cuarto número negativo consecutivo) el factor crucial fue la depreciación del tipo de cambio, que viene de atravesar dos mega corridas en abril y agosto de este año.

La tasa está entre los temas más discutidos de la política oficial, especialmente por la industria en general y el mundo pyme en particular, quienes la impugnan como una medida que atenta directamente contra las inversiones y favorece abiertamente al sector financiero.

A propósito, la consultora First destacó este martes que la tasa a 80% pronuncia las dificultades para el financiamiento de las empresas: “el costo para las empresas que se fondean a través de fideicomisos financieros en el mercado de capitales continúa subiendo”.