...
(Foto: Gentileza Prensa)

Cuando se reúnen, Joan Manuel Serrat y Joaquín Sabina son mucho más que un dúo. Sus repertorios personales no son individuales, sino que dialogan con diversos artistas y militantes políticos de distintas partes del globo, con quienes conversan sobre historias de exilios, persecuciones, luchas por identidades rebeldes y amoríos. Y, si a esto le sumamos todo lo que generan al coincidir en un escenario, podríamos aventurar que ambos cantautores españoles son un dueto de tres.

Para empezar, la gira que los trajo nuevamente a la Argentina se titula “No hay dos sin tres”, haciendo referencia a las dos anteriores: “Dos pájaros de un tiro” (2007) y “Dos pájaros contratacan” (2012). La serie de conciertos de este año se planeó con tres países como destinos: el nuestro, Paraguay y Chile (función suspendida con motivo de las movilizaciones sociales y la brutal represión perpetrada por el criminal gobierno de Sebastián Piñera). A su vez, aquí organizaron sus presentaciones en tres tandas: cuatro en el nuevo Movistar Arena de Villa Crespo y una en el Orfeo Superdomo de Córdoba.

...
(Foto: Gentileza Prensa)

Este fin de semana concretaron la primera tanda de las series en territorio porteño, en la que brindaron un show de casi tres horas, durante el cual desfilaron una treintena de canciones, acompañados por un tercer bastión fundamental: una banda integrada por diez excelentes músicos quienes, dispuestos simétricamente a la izquierda y a la derecha de ambos cantautores, gestaron un impecable muro sonoro. La función del domingo inició a las 20:40 con la proyección de un simpático video animado locutado por Ricardo Darín sobre aves migratorias que, accidentalmente, aterrizaron en Buenos Aires para presentar a Serrat y Sabina, quienes se hicieron presentes cinco minutos después y dieron inicio a una lista de temas tan fresca como sólida, que demostró la plena vigencia de estos héroes de la canción en español.

El paso del tiempo evidencia que ambos son inoxidables y que cada vez tienen una mejor química sobre el escenario: las canciones se intercalaron con monólogos humorísticos, en los que demostraron su admiración y cariño, entre ellos y con el público local. Mientras se sucedían los temas, cada uno impregnaba su impronta en el ambiente. Serrat estuvo emocionado durante todo el recital: sí, a sus 75 años la música y los aplausos lo movilizan como en el primer día. Y, si en algún momento cierto esfuerzo en la voz (tos incluida) se atrevía a interrumpir esa magnífica comunión, ahí emergía Sabina como salvador, un bandolero de voz rasposa que pasaba al frente con su eterna juventud de… 70 años.  

...
(Foto: Gentileza Prensa)

Las humoradas de ambos, cargadas de crítica social, apuntaron tanto a su España natal como a Argentina. Sobre el país europeo, se rieron -y lamentaron- de las políticas migratorias expulsivas, la recesión, la fragilidad de los procesos eleccionarios y, muy especialmente, la cuestión del mar “Mediterráneo” (acompañado en este caso por el tema homónimo mientras se proyectaban imágenes de migrantes desesperados y la creciente contaminación). De nuestro país, mientras intercambiaban miradas cómplices con los presentes, “celebraron” la estabilidad de la moneda, la ausencia de pobres y los buenos gobiernos. Ironía pura, hermanando dos coyunturas que, a pesar de lo que nos intentan instalar los medios hegemónicos de comunicación masiva, tienen más puntos en común que diferencias.

Estos monólogos se intercalaron con una catarata de éxitos que, tal como lo anunciaron luego de la primera tanda de canciones, fueron una “completa retrospectiva”, siendo los más festejados por el público “Con la frente marchita”, “19 días y 500 noches” (mientras se proyectaban imágenes alusivas a la capital española, entre ellas, un afiche de la Copa Intercontinental que el Atlético Madrid le ganó a Independiente en 1974) y “Cantares”. Luego fue el turno de la presentación de los músicos, con una muy original proyección de cada uno de ellos sobre un mapa antiguo entre cuyas referencias se encontraban el Ducado del Humo, el Golfo del Beodo y el Mar de la Rumba, momento tras el cual los protagonistas de la noche regresaron al escenario caracterizados como piratas, para delirio de sus fans.

Luego llegaron otros puntos altos de la noche: “Princesa”, más referencias futboleras (chicanas de Sabina a Serrat por la derrota 3-1 del Barcelona frente al Levante el día anterior), “Y sin embargo” y, más tarde, dos tandas de bises. En ese marco, Sabina declaró “nunca fui devoto de las naciones o banderas, pero sí de los idiomas. Tanto que para que éste me tome en serio, tuve que aprender una canción en catalán”, mientras señalaba a su amigo en una clarísima referencia a los conflictos históricos en relación a la independencia de Cataluña y a las actuales manifestaciones que sacuden a España. Más tarde tuvo lugar una puesta en escena circense, con el catalán cada vez más emocionado y el madrileño festivo (platillos en mano incluidos) y un cierre a pura ovación.

...
(Foto: Gentileza Prensa)

El Movistar Arena, un espacio imponente gestionado por la empresa ASM Global que seguramente se convertirá en un nuevo clásico entre los escenarios porteños pero que aún está en construcción y que tiene cuestiones para resolver (entre ellas, las protestas vecinales en contra del impacto ambiental que podría provocar), volverá a recibir a Serrat y Sabina este jueves 7 y viernes 8, tras lo cual partirán hacia Córdoba para tocar el miércoles 13. Los pájaros seguirán volando y, ojalá, vuelvan a posar sus alas sobre Argentina.