El año pasado, el boom de las películas biográficas alcanzó su máximo reconocimiento con el éxito de Bohemian Rhapsody, que narra la historia de Queen. Desde entonces, hubo más producciones que indican que el nicho de las biopics, especialmente las dedicadas a la escena musical, continuará en aumento.

The Dirt es una producción de Netflix y cuenta parte de la  carrera de Mötley Crüe, una de las bandas de glam metal más destacadas. Se trata de la adaptación cinematográfica del libro homónimo editado en 2011 por sus protagonistas: Tommy Lee, Mick Mars, Vince Neil y Nikki Sixx en compañía de Neil Strauss, editor de Rolling Stone. El elegido para dirigir la película fue Jeff Tremaine, creador de la hilarante y escatológica franquicia de Jackass, que comenzó como un show de MTV y derivó en cuatro films. Un dato no anecdótico, puesto que lo grotesco, lo desenfrenado y la extravagancia son rasgos muy presentes en The Dirt.

Aunque la idea nació en 2006 de la mano de Paramount Pictures y MTV Films, no fue sino hasta 2017 que se reactivó el proyecto de llevarla al cine. Luego de romper el acuerdo inicial por «el estancamiento» de MTV, según Sixx, la banda cerró un trato con LBI Entertainment y Netflix. Un lado B de la historia señala que hubo resistencia de un ejecutivo de MTV por el tipo de contenido sexual que incluía el guión, en especial una secuencia en la que Lee le practica sexo oral a una seguidora en público. Al parecer, a los nuevos socios no les molestó la anécdota que incluyó squirting, al punto que quedó impresa en la escena de apertura.

Ese mismo año ficharon al rapero Machine Gun Kelly (Tommy Lee), Iwan Rehon (Mick Mars), Daniel Webber (Vince Neil) y Douglas Booth (Nikki Sixx), y a David Costabile (conocido por Billions y Breaking Bad) y a Pete Davidson como parte del cast principal.

Hedonismo y golpes bajos

A primera vista, lo que eligieron contar acerca de la trayectoria de Mötley Crüe luce como cualquier historia trillada acerca de unos pibes en pose de rebeldes que la pegaron luego de ser fichados por un sello mainstream y se entregaron de lleno al sexo misógino, las drogas y las giras. Probablemente por estar tan apegado al libro, que se basa en una serie de entrevistas sin tapujos ni reflexiones morales, el guión redunda en pasajes explícitos sobre sexo, destrozos inmotivados, líneas eternas de cocaína y el romance de Sixx con la heroína que lo llevó a la muerte durante unos minutos.

Sin embargo, también aparecen algunos de los momentos más duros en la vida de los músicos como la enfermedad degenerativa de Mars, un accidente de auto en el que murió un amigo cercano de la banda y la agonía de la hija de Niel, que murió a los cuatro años. Todo esto narrado en primera persona con varios flashbacks para explicar, por ejemplo, la falta de cariño y contención con la que creció Sixx o la familia «perfecta» de la que proviene Lee.

Con ritmo veloz y casi sin pausas, The Dirt transita entre la fundación de la banda y su vuelta a los escenarios luego del alejamiento temporal de Niel. Como sintetizó Lee en una entrevista para Rolling Stone, en el film «hay comedia, hay tragedia y es una jodida montaña rusa emocional». Es una buena analogía si se consideran los ascensos y caídas de los músicos entre las adicciones y los escenarios que marcaron su carrera.

La película es una representación más bien introspectiva de los Mötley Crüe sobre sus años en el estrellato. Una mirada a un pasado lleno de excesos y el abuso de poder, fiel estereotipo de los rockeros decadentes. Una historia que, pasada por el tamiz del Ni Una Menos o el Me Too, da pie para cuestionamientos acerca del modo en el que se trata a las mujeres en ciertos ámbitos de la cultura musical. Probablemente, pasará sin pena ni gloria por la retina de la crítica y buena parte del público. Sin embargo, les dio un empujón comercial a sus protagonistas al llevarlos de regreso al top ten de Billboard con la banda sonora del film.

En un contexto favorable para la producción audiovisual, la industria halló la libertad de explorar géneros antes poco populares e incluso de generar blends aptas para el apetito voraz de sus audiencias. En esa línea, las biopics constituyen una de las categorías más explotadas en los últimos años. En ese panorama, hay espacio para todos. Para los hits que llegan a los Oscar y para los proyectos más artesanales como la historia de cuatro de los pibes más glamorosos del metal. «