A partir de la resolución del Ministerio de Energía de octubre de 2017 las empresas expendedoras de combustibles puede disponer libremente el precio de sus productos sin mediar autorización por parte del Estado. Desde el 1º de enero, además, rige la resolución que elimina el registro de importación de petróleo y combustibles.  

De este modo la compañía Shell, cuya filial local fue presidida hasta 2015 por el ahora titular de la cartera energética Juan José Aranguren, definió un incremento de sus precios a partir de las 0 horas del día de hoy que la ubica como la más cara en el mercado local.  

Dependiendo de la provincia y hasta el barrio la nafta súper cuesta entre $24,20 y $25 mientras que la V-Power va desde los $28 a los 29,15. La diesel alrededor de $ 21,19 y la diesel Premium $25.

En todos los casos se trata de valores por encima del dólar, el valor de referencia histórico. Las compañías esgrimen como motivos combinados la reciente devaluación del peso y la suba del precio internacional del barril de petróleo.

Durante el año pasado, los combustibles incrementaron sus precios en un 30%, un porcentaje por encima de la inflación medida por el INDEC que, en el período, llegó a un 24,8% .

Se espera que, en los próximos días, el resto de las compañías adopten una medida similar empezando por la propia YPF que explica el 55% del mercado seguida por Shell que abastece al 21% de los consumidores.

Las compañías, además, evalúan la posibilidad de establecer tarifarios móviles según zona geográfica, día de la semana y hasta horario del consumo.