Se avecinan tiempos de celebración y nos invaden sensaciones encontradas. Por un lado,la angustia de saber que hay compañeros y compañeras que no podrán compartir este tiempo con los suyos, en el barrio, por estar privados ilegítimamente de su libertad. El permanente desvelo de saber que un solo año bastó para que el gobierno neoliberal dejara a miles de compatriotas en la calle. La intranquilidad de saber que el proyecto popular que comenzó hace más de 12 años no pudo tener la continuidad necesaria para profundizar la lucha contra la desigualdad y la injusticia como también para lograr mayores niveles de organización, integración y distribución de la riqueza.

Por el otro, aún guardamos restos de esperanzas y la firme convicción de que hay un camino posible que está en la capacidad de que entendamos este tiempo histórico y construyamos una agenda social del pueblo que se exprese día a día, en las discusiones y en la calle.

Fue un año complejo, en el que se tomaron decisiones políticas que han dejado totalmente de lado a nuestro sector. Fue un 2016 en el que, en medio de la lucha permanente y la dificultad del camino, supimos encontrarnos con cientos de compañeros y compañeras que también entienden que la unidad, por más difícil que se plantee, es la única opción que tenemos para hacerle frente al gobierno neoliberal. Así fue que salimos a la calle a reclamar por cada derecho conquistado que vimos en peligro. Así fue que nos constituimos como un frente por trabajo y dignidad junto con otras organizaciones del campo social y popular para poder poner ante todo, el reclamo de los trabajadores y trabajadoras, de los más humildes, de quienes hoy la están pasando realmente mal.

El próximo año estará signado por la agenda electoral. En ese contexto sabemos que nuestro aporte estará en la capacidad de construcción de mayorías que puedan disputar el sentido histórico de las luchas que todos los días reivindicamos.
Tenemos en claro que vamos a volver, pero debemos profundizar la discusión de para qué y cómo lo haremos. Necesitamos construir un proyecto popular que vuelva a reparar tanto daño, que devuelva sueños y esperanzas y que le permita a nuestro pueblo seguir creyendo en la política.