El Consejo Directivo de la CGT resolvió no realizar ninguna actividad alusiva al día internacional de los trabajadores pero emitió un comunicado a través de su secretaría de prensa. Allí envió “un cálido y fraternal saludo en especial a los que se encuentran poniendo el cuerpo en la primera línea de fuego para garantizar los servicios esenciales que nos permiten librar batalla diaria contra este enemigo invisible que es el CoVid19”.

La conducción destacó que la presente crisis deja “evidenciado ante los ojos del mundo que son los trabajadores los principales generadores de la riqueza de las naciones”. Por ese motivo apuntó contra “las miserias del capital concentrado que puja por conservar sus privilegios empujando a mas compatriotas al hambre y la miseria.” Para la central obrera, estos sectores, “en su ambicioso afán por maximizar ganancias presionan a los gobiernos desoyendo recomendaciones de los sanitaristas poniendo en riesgo la salud y la vida de millones de personas”.

En un gesto al gobierno nacional señalan que “Argentina ha logrado no sucumbir ante tal presión” aunque bregan por “una praxis redistributiva diferente. Por eso, concluyen, “no hay lugar para mezquindades, solo con justicia social se alcanzará el bienestar de todos los argentinos”.

Las corrientes internas

El comunicado oficial, sin embargo, no contiene al conjunto de las corrientes que militan al interior de la CGT toda vez que su Consejo Directivo se encuentra diezmado luego de la renuncia de cerca de la mitad de sus dirigentes entre 2017 y 2018. Se trata, en general, de los dirigentes vinculados con el moyanismo hoy enrolados en el Frente Sindical para el Modelo Nacional (FreSiMoNa).

Ese sector, que tampoco realizará un acto o reunión virtual, ratificó mediante un comunicado su apoyo al gobierno nacional y su política para hacer frente a la pandemia: “seguimos sosteniendo la dignidad de la Patria y la viabilidad de la economía en el marco de un Gobierno Nacional, encabezado por el Compañero Presidente Alberto Fernández, que puso la Justicia Social como norte”.

Del mismo modo destacan que “el Movimiento Obrero Organizado sigue siendo hoy la columna vertebral de un mundo que debe reconstruirse”.

Para este sector, animado por Hugo Moyano y Ricardo Pignanelli entre otros, “la pandemia ha conmovido los cimientos del neoliberalismo mostrando su endeblez ética”. Por eso, aseguran que “los derechos y las conquistas de los trabajadores/as son sagrados e innegociables” y serán “custodiados por nuestras organizaciones sindicales y con el compromiso que debe tener el Estado, contra la lógica del capital especulativo que sólo piensa en las ganancias y se olvida de la vida, de la dignidad y del trabajo”.

Por último, la Corriente Federal de los Trabajadores, el sector más identificado con el kirchnerismo y que no integró desde el comienzo el Consejo Directivo electo en agosto de 2016, emitió un comunicado propio. Allí aseguran conmemorar “el día del trabajador con espíritu de lucha y esperanza”. Para este sector, en el que revistan el bancario Sergio Palazzo, el gráfico Héctor Amichetti y el piloto Pablo Biró, de lo que se trata es de plantear el “doble desafío de recuperar el país devastado que nos dejó el gobierno neoliberal de Macri y enfrentar la pandemia mundial del coronavirus”.

En un gesto de abierto apoyo al gobierno señalan que “los derechos se conquistan” y que “tras el triunfo electoral que llevó a la presidencia de la Nación a Alberto Fernández, una luz de esperanza volvió a iluminar a los trabajadores”.

Del mismo modo aseguran que “el presidente está cuidando la salud de nuestro pueblo, las fuentes laborales y la subsistencia de millones de argentinos”. Con todo, si bien “ratificamos nuestro apoyo a la política del gobierno”, consideran que “la emergencia exige que el Estado disponga de más recursos para evitar un mayor desplome económico y la agravación de la pobreza y la indigencia”.
Para la CFT, la Argentina “tiene los recursos” y es necesario buscarlos en “el sector financiero, en quienes monopolizan nuestro comercio exterior y en los conglomerados económicos”.

Además, apuntan contra la “caterva de mercaderes que aprovecha la indefensión de los más vulnerables” así como “los gobiernos neoliberales que sostienen esta falsa contradicción entre salud y economía y están llevando a sus pueblos a la muerte”. Parafraseando al revolucionario alemán, Carlos Marx, aseguran que “si superamos esta crisis con un estado que imponga a cada uno contribuir según sus posibilidades y ayude a cada uno según sus necesidades podremos construir una sociedad más libre, igualitaria y fraterna”.
Con todo, señalan que la situación “no se resuelve con un impuesto extraordinario por única vez, sino con un Estado fuerte que desarticule la estructura económica neoliberal enquistada”.