Apenas se abrió la puerta de la casa del barrio La Ciénaga, un grupo numeroso de policías encapuchados y con itakas en sus manos ingresaron donde Milagro Sala cumplía su prisión domiciliaria.

Hubo empujones a Raúl Noro, el marido de Sala, rasguños y tironeos que dejaron marcado el cuerpo de Milagro Sala quien salió esposada de la casa sin llegar siquiera a sacarse su ropa de dormir ni a calzarse los zapatos. Así las fuerzas policiales se llevaron a la dirigente de la Tupac nuevamente al penal Alto Comedero, de donde salió el 31 de agosto, luego de una medida cautelar histórica firmada por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

En el piso de la casa arrojaron una resolución firmada por el juez que lleva la causa, Pablo Pullen Llermanos, donde constaba el motivo por el cual se realizaba este traslado. El escrito también daba cuenta de una serie de irregularidades donde se evidencia el marco ilegal en el que se llevó adelante el operativo, con graves falencias, entre ellas, la violación del derecho a legítima defensa.

La resolución firmada por el juez se respalda en un estudio médico realizado por el mismo Poder Judicial. El escrito cuenta con una serie de informes donde se enuncia que Milagro «presenta un cuadro psicopatológico compatible con un trastorno depresivo mayor», también afirma «que se han constatado oscilaciones en cuanto a una emergencia de una ideación autolítica suicida». Y se solicita «que se arbitren los medios para que Milagro permanezca acompañada las 24 horas por familiares».

El viernes 13 a las siete de la mañana se había presentado en la casa de El Carmen un grupo de alrededor de 50 policías que llegaban hasta ahí para llevar a Milagro al hospital Pablo Soria para realizarle una serie de estudios. Sala se negó a ir ya que ella ni su defensa habían sido previamente notificadas.

Ese fue, según la resolución el motivo del regreso de Sala al penal Alto Comedero. «No voy a ir, soy una detenida imputada y presa política y no estoy al tanto ni yo ni mis abogados», consta en el escrito que respondió Sala.

La defensa de la dirigente ya había realizado trámites para encarar una serie de estudios médicos en una clínica privada, dado que Milagro el miércoles 11 había manifestado sentir dolores gastrointestinales.

La modificación del lugar de permanencia de Sala, de acuerdo con la resolución de la CIDH y el informa del Poder Judicial atenta directamente contra la salud de la representante del Parlasur. «No sólo la trasladan sino que además disponen que se genere un lugar dentro de la cárcel en el cual Milagro pueda permanecer con un mínimo de contacto con el resto de la población carcelaria, es decir, en aislamiento», remarcó su abogada Elizabeth Gómez Alcorta durante la conferencia de prensa que se realizó el sábado al mediodía en la sede del Centro de Estudios Legales y Sociales.

«La finalidad de esta resolución es agravar la situación de riesgo de vida de Milagro. Lo que busca Pullen Llermanos y su ideólogo Gerardo Morales es que Milagro esté muerta. Estamos muy preocupados y hacemos responsable de la vida de ella a Macri, a Morales y al juez», dijo Gómez Alcorta.
Por su parte, Horacio Verbitsky expresó que «la resolución del juez es una gran perversidad porque invoca la medida cautelar para incumplirla. Dado que la medida cautelar expresa la preocupación por la vida de Milagro Sala y ella se niega a ser trasladada al hospital y nos impide cuidar de su vida como este tribunal quiere la mandamos de nuevo al penal. Es un mensaje que se quiere transmitir deliberadamente. Milagro que no se somete a la humillación exigida de que todos los días tiene que salir a saludar a los gendarmes. Sino que se asoma, dice ‘buenos días gendarmes, donde está Santiago Maldonado'».

Apenas se conoció la noticia, hubo un repudio inmediato tanto de Amnesty como de la CIDH (ver aparte). Su titular, Francisco Eguiguren confirmó que habrá una reunión de trabajo convocada para el 25 de octubre. «Esperamos que para entonces la situación sea otra, que Milagro esté de vuelta en libertad» dijo Gabriela Kletzel, directora del equipo de trabajo internacional del CELS.

La situación de la causa  antes del traslado

El 29 de septiembre, a menos de un mes de que se haya efectivizado ese traslado, la Cámara de Apelaciones de Jujuy revocó la resolución de la CIDH.

El 9 de octubre el equipo de defensa presentó un recurso de Casación respecto de esta resolución de la cámara.
El viernes 13 la Cámara de apelaciones concedió ese recurso, esto quiere decir que el traslado estaba en trámite el recurso interpuesto por la defensa para dejar sin efecto la revocación de esa prisión domiciliaria.

Una lectura del contexto

«Este traslado hay que leerlo en dos claves», expresa la abogada defensora Gómez Alcorta. «Es imposible analizarlo sin pensar en el procesamiento del viernes de Gils Carbó. Y sin pensar en el llamado que se hizo a Cristina a indagatoria por traición a la Patria en tiempos de paz. Este hecho demuestra la fuerte degradación del Poder Judicial que se convierte de este modo en un mero instrumento del poder político.»
Otro punto importante para analizar la situación es la clave de género. «Estamos hablando de que son tres mujeres en un momento donde, además, hay un fuerte disciplinamiento a los militantes y dirigentes sociales y políticos, y también se busca un disciplinamiento de las mujeres, justo mientras se está llevando adelante el 32 Encuentro Nacional de Mujeres en Chaco. Entendamos que hay que leerlo en clave política y de género que también es político que no se puede escapar en este momento en particular», afirmó.

Las adhesiones

El traslado de Sala al penal de Alto Comedero tuvo el rechazo por parte de organizaciones sociales y políticas. Durante la conferencia de prensa que se realizó en el Centro de Estudios Legales y Sociales el sábado al mediodía estuvieron Lita Boitano, Miriam Bregman, Leopoldo Moreau, Victoria Montenegro y Gisela Cardozo, miembro de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, entre otros dirigentes. «

Fuerte rechazo de Amnesty y la CIDH

La reacción internacional por el violento traslado de Milagro Sala no se hizo esperar, e incluyó expresiones de repudio y alarma. «Este traslado intempestivo no notificado, sin dudas, es muy grave», dijo Francisco Eguiguren, presidente de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), el organismo que emitió la orden de excarcelación que ayer fue revocada por instrucción judicial.

En declaraciones a Radio 10 y FM La Patriada, el funcionario manifestó su «preocupación» por el incumplimiento del fallo de la CIDH, y comparó el caso de la dirigente jujeña con el del opositor venezolano, Leopoldo López: «Son dos casos diferentes. López estaba detenido por una condena judicial. El de Milagro Sala es más grave, porque está siendo procesada y las condenas que tiene no son carcelables».

En el mismo sentido se expresó Amnistía Internacional, quien manifestó su «profunda preocupación por la ilegalidad del procedimiento dispuesto por la Justicia jujeña que determinó que Milagro Sala volviera al Penal de Alto Comedero».

«La decisión del tribunal jujeño de diferir la notificación a los abogados defensores para evitar que la imputada tome conocimiento anticipado es un hecho ilegítimo y viola el derecho de defensa», puntualizó el organismo, y agregó: «Argentina incurre en responsabilidad internacional al incumplir la medida oportunamente dictada por la CIDH».

Eguiguren anticipó que el tema será tratado, en principio, en la reunión de trabajo que se celebrará el próximo 25. «Si la medida cautelar no se cumple, tendremos que evaluar y decidir cuál es el paso siguiente que deberemos dar», precisó.