El eje del discurso político de Fernando «Pino» Solanas sigue siendo el mismo: reclamar mayor control y participación por parte del Estado en los recursos naturales estratégicos. Usó esa base de argumentación para ser opositor a los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner. A ambos les reconoce «pocos avances» en este sentido e incluso algunos retrocesos. Esta posición, ciertamente, contrasta con la demonización del ciclo kirchnerista con las conocidas acusaciones de estatismo y populismo. Ahora, ya con ocho meses del gobierno de Mauricio Macri en las alforjas, el cineasta advierte: «Hay muchas provocaciones contra el pueblo. Hay que tener cuidado con la paciencia de la gente. El pueblo es manso, pero si lo provocan puede estallar.»

El senador nacional por Proyecto Sur no ha abandonado su «otra» pasión (además de la política), el cine. Por eso también habla de sus últimos trabajos, que suele realizar en el verano, cuando hay receso en el Congreso. «Lo que pienso vuelve a aparecer en mi última película, ‘El legado de Perón'», reflexiona.

–¿Cómo analiza la situación del país después de ocho meses del gobierno de Cambiemos?

-El país está muy complejo. Hay un escenario de mentiras infantiles por parte del gobierno. Dijeron que en el segundo semestre iban a llover inversiones y trabajo. Nadie invierte para producir en un país sino lo hacen los propios empresarios argentinos. Los locales tienen el dinero afuera, los propios ministros y funcionarios del Ejecutivo guardan sus ahorros en el exterior y defienden esta decisión. (NdR: Solanas se refiere a las declaraciones del presidente del Banco Nación, Carlos Melconian, quien dijo que no traería sus ahorros). Nadie puede invertir dinero en producción así. La crisis es profunda. El gobierno fijó tasas de interés de más del 35% y bajó la exigencia sobre la cantidad de tiempo que debe quedarse el capital financiero en el país. Antes era un año y ahora son sólo cuatro meses. Es un premio al capital golondrina que viene para especular.

-El oficialismo hace un gran esfuerzo para despegarse del mote de neoliberal. ¿De qué modo lo caracterizaría usted?

-Este es un nuevo conservadurismo. Esa es la caracterización que le cabe. Es totalmente neoliberal. No pudieron decir su plan en la campaña electoral porque ese 20% que tuvieron de yapa entre las PASO y el ballotage (de 2015) no los hubiera acompañado. Tienen un plan ortodoxo, liberal, alineado con Estados Unidos. Estamos en problemas.

-Hay cierto mal humor social que quizás se explica por la ruptura del contrato electoral. Macri prometió cuidar muchos derechos que ahora vulnera…

-Macri no va a respetar nada de lo que dijo en la campaña. Porque además tampoco dijo mucho. Desplegó una estrategia de evangelista bueno. No dijo lo que iba a hacer. Además, la supuesta calidad institucional que iba a traer también terminó siendo falsa. Han usado el decreto de un modo inescrupuloso. Modificó la Ley de Medios por decreto. Acaba de cambiar la Ley Nacional de Tierras por decreto simple. A eso le vamos a oponer una denuncia penal, contra el presidente. No se puede cambiar eso por decreto simple. Es ilegal. Macri abrió las importaciones. Vetó la ley antidespidos. Son provocaciones. El pueblo argentino es pacífico, pero guarda, que cuando se lo provoca puede estallar. Este es el fracaso de la república neoliberal que empezó cuando Carlos Menem llegó al poder.

-Pareciera que no nota diferencias entre este gobierno y el anterior…

-En muchas cosas sí. Las políticas sociales de Macri son diferentes a la de los Kirchner. En lo que hace la recuperación de los recursos estratégicos y naturales no veo demasiados cambios. En octubre de 2014, el gobierno anterior prorrogó las concesiones petroleras por 35 años. No debería ser admitido que un gobierno negocie por dos generaciones. A eso hay que sumarle el contrato con Chevron, que por algo no se conoce.

-¿No ve diferencias, por ejemplo, en la política exterior?

-Yo sigo siendo un partidario absoluto del Mercosur y la Unasur. Todas esas construcciones son de las cosas más positivas de la década pasada. Lo de Venezuela hoy es muy complejo. El chavismo sin (Hugo) Chávez ha cometido muchos errores. A lo que hay que oponerse es a la firma de los tratados con la Comunidad Económica Europea. Y el tratado transpacífico ni siquiera se ha debatido seriamente.

-Hablemos del futuro político de Proyecto Sur. ¿Dónde se ubica? ¿Puede volver a intentar un frente (UNEN) como el que tuvo con Elisa Carrió, los socialistas y los radicales?

-A fin de 2013 ya estábamos en guerra con todos nuestros socios de UNEN. Yo no tengo nada que ver con ese espacio. En estos días hacemos otro encuentro con los socialistas, con La Alameda de Gustavo Vera y con sectores disidentes del peronismo. Yo me defino como genuino peronista.

-¿Como observa el accionar de los gremios en estos meses?

-Yo conozco bien a Macri. Hice varias campañas contra él en la Ciudad. Maneja bien la moneda (risas). El otro día entregó sólo el 10% de la deuda del Estado con las obras sociales y así irá dando pequeños estímulos para tratar de mantener disciplinada la tropa. «