El peritaje de la Gendarmería Nacional sobre la muerte del fiscal Alberto Nisman pasó de ser el documento más filtrado a la prensa al secreto mejor guardado por y para las partes del expediente. El fiscal Eduardo Taiano recibió los dos tomos, de unas 200 páginas cada uno, encuadernados con tapas verdes, el viernes sobre el filo del horario tope de atención al público. Esos biblioratos, más un anexo con varios discos compactos, quedaron en una caja fuerte de la fiscalía. No les fue entregada una copia ni a las querellas ni a la defensa de Diego Lagomarsino. Una de las razones es, justamente, que los abogados del empleado informático presentarán sus conclusiones –diametralmente opuestas- mañana lunes. Sólo entonces habrá paridad de situaciones y todos tendrán disponibles el resultado de nueve meses de trabajo.

En la fiscalía de Taiano se encargaron de explicar que las conclusiones de la Gendarmería sólo están disponibles para el propio fiscal y, claro está, para quienes elaboraron el documento. Taiano desapareció de su despacho casi en simultáneo con la recepción del trabajo. El mensaje parece ser: si antes del lunes se vuelven a filtrar datos del peritaje, miren hacia Gendarmería. ¿Es esa fuerza autónoma, capaz de filtrar información por sí misma? ¿O depende jerárquicamente de algún estamento político?

Si, como trascendió en los últimos días, el informe de Gendarmería dijera que Nisman tenía el tabique nasal fracturado, probablemente como consecuencia de un golpe aplicado por un “experto karateca”, el fiscal Taiano y el juez Julián Ercolini podrían verse obligados a una medida de prueba impensada hasta ahora: la exhumación del cadáver. La única autopsia practicada al cadáver de Nisman, apenas horas después del hallazgo, dice textualmente en la página 191 del expediente que el tabique nasal está “indemne”. Si no hubo una segunda autopsia, entonces la fractura debió haber aparecido en una radiografía o por la observación de las filmaciones. La única forma de despejar la contradicción será revisando nuevamente el cuerpo. «