Un mes después de despedir a 357 trabajadores de prensa, los directivos de la agencia estatal de noticias Télam presentaron su primera propuesta: empezar a trabajar a partir de mañana pero manteniendo los despidos, como si no hubiera pasado nada. Los delegados gremiales rechazaron la oferta. «Con los trabajadores en la calle no existe estado de normalidad», aseguraron desde el Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBA). La oferta presentada a los representantes de los trabajadores, que fue acercada por dos gerentes de Télam, fue la primera luego de que la dirección ejecutara los despidos el 26 de junio, con lo que desmantelaron la agencia y sus corresponsalías. Los trabajadores aseguran que los despidos apuntan a reducir la capacidad de la agencia para prestar servicios periodísticos. Su respuesta a los despidos, que se mantiene hasta la fecha, es la de permanecer en los dos edificios centrales en los que funciona la agencia, ubicados en el barrio de Monserrat, de la Capital Federal. «Visto en perspectiva, entendemos que el objetivo de la empresa es reducir a la agencia a su mínima expresión. No puede ser cerrada sin una ley del Congreso porque es una Sociedad del Estado y su liquidación requiere necesariamente del dictado de una ley y no hay ninguna posibilidad política de tener ese consenso para sacarla; y ante esa imposibilidad, el objetivo es reducirla a la mínima expresión», dijo a Tiempo Mariano Suárez, periodista y delegado gremial por el SiPreBA. La situación actual de hecho es la de un lockout que ejecuta la conducción de la agencia. La agencia dejó de emitir cables, audios y videos y no presta servicios administrativos, lo que implica una ruptura de las relaciones comerciales de Télam con sus clientes. Tiempo intentó consultar a la dirección de la agencia para esta nota pero no obtuvo respuesta. «Este es un caso testigo de la política oficial con los medios de comunicación del Estado», aseguró Martín Becerra, investigador y docente universitario. Según Becerra, para la mirada del gobierno, «Télam sobra». Los trabajadores reclaman la conformación de una mesa de diálogo para debatir el rol de la agencia y de los medios públicos. La conducción de la empresa no ha dado muestras de querer dialogar y, por el contrario, amenaza con no pagar los salarios de julio, según denunciaron Carla Gaudensi y Raúl Ferrari, del área radial y fotoperiodista, respectivamente, y delegados de los trabajadores de la agencia. Gaudensi y Ferrari informaron que mañana realizarán una asamblea para resolver los pasos a seguir. «