Daniel Scioli pasó de soñar con dirigir los destinos del país a pelear y ganar el segundo puesto en la lista de unidad del Partido Justicialista. Después de haber digerido la derrota nacional, se calzó el vestuario de dirigente opositor y, siempre con su tono moderado, salió a criticar las políticas del gobierno de Mauricio Macri, según los ejes de la que fue su campaña. «El gobierno tiene una concepción equivocada de querer frenar la inflación restringiendo el mercado. El camino es el crecimiento y el desarrollo, no la restricción», juzgó. 

En diálogo con Tiempo, también expresó su preocupación por el aumento de tarifas, la suba de las tasas de interés, la situación de las universidades nacionales y la apertura de las importaciones. Y no dudó en atribuir a las medidas económicas la causa de la catarata de despidos que se acrecentó en estos últimos meses. «Veo con preocupación la dinámica de este año que vamos a tener un 12% de desocupación, un 40% de inflación, eso me preocupa», subrayó. 

Hacia adentro del peronismo, Scioli volvió a funcionar como figura de unidad. Con José Luis Gioja a la cabeza, asumirá formalmente el martes al frente PJ. 

–El PJ emitió un comunicado en el que apoyó la movilización de las cinco centrales obreras, mientras que en el Senado votó la media sanción de la ley antidespidos. ¿Cuál cree que es la forma de evitar el aumento de la desocupación?
–Es que el aumento de las tarifas no solamente es gravoso para un hogar sino también para el comerciante. Cuando lleguen las nuevas tarifas van a tener que despedir gente para poder pagarlas, y a eso ahora se le suma el aumento del gas que agravará aún más la situación. Vemos una constante en los sectores del comercio y la industria que es que tienen que afrontar tasas de interés del 35% al 40 por ciento. Esto también es preocupante para las pymes. El aumento de las tarifas genera la baja en la actividad económica y el aumento de la desocupación. 

–¿Cree que esas son las causas de los despidos?–Sí, sin ninguna duda, eso y la apertura económica. Lo que se puede producir acá se está importando. Y las empresas sufren las consecuencias de eso. Saludo la resolución del SMATA (Sindicato de Mecánicos) que anunció que no van a poner en la línea de montaje las autopartes importadas que se pueden producir acá. La apertura de las importaciones la están sufriendo los textiles, también los laminados de acero: se importaban 2000 toneladas por año y ahora se importan 13 mil. El sector del calzado también había resurgido y ahora está sufriendo. A su vez, la paralización de la obra pública perjudica a los empleados de la construcción. 

–Usted también afirmó que estas políticas afectan a las universidades del Conurbano…
–Es que durante la campaña se cuestionaba para qué se fundaban tantas universidades, y ahora las están desfinanciando. Y éstas son universidades que generan impacto en jóvenes que son las primeras generaciones universitarias en sus familias, y que a su vez tienen que trabajar en donde viven, por eso tienen la oportunidad de vincularse con el mundo del trabajo. El problema de las universidades es muy serio porque recortaron horas del turno noche, y ¿cuáles son los estudiantes que van a cursar de noche?: los que trabajan durante el día. Esto está pasando en Florencio Varela, también en las nuevas carreras de San Martín y en la Universidad de La Matanza. Cuando le llegue un millón de pesos de luz en la factura, no la van a poder afrontar. 

–¿Considera que una ley es la forma de frenar los despidos? –Yo veo que el gobierno tiene una concepción equivocada de querer frenar la inflación restringiendo el mercado y aumentando la tasa de interés, lo que va generando despidos en distintos sectores. Hay que atacar las causas profundas. Es preocupante estar discutiendo esta ley cuando por un lado tenemos la tasa más baja de desocupación y la tasa más baja de desendeudamiento y, por otro, hay dos leyes en agenda, una en el Senado que votó la media sanción contra los despidos, y otra en Diputados que pone tope al endeudamiento. 

–¿Le parece acertado que Argentina salga a tomar deuda?–Los gobernadores están advirtiendo sobre lo que puede pasar si se empieza a generar una dinámica de endeudamiento provincial y nacional. Una cosa es el endeudamiento que guarda relación con el Producto Bruto, y otra cosa es para pagar los gastos corrientes. Por eso lo que hay que hacer es promover inversiones e incentivar la repatriación de capitales. La toma de deuda es correcta si son créditos para inversiones o para infraestructura. El camino es el crecimiento y el desarrollo, no la restricción. Y yo veo con preocupación la dinámica de este año. Temo que este año vamos a llegar a los dos dígitos de desocupación, alrededor del 12 por ciento. Y a un 40% de inflación. Eso me preocupa. Hay un déficit fiscal creciente, fruto de un contexto internacional complicado en Brasil y China. Y en lugar de poner todo el esfuerzo en promocionar un crédito hipotecario, que podría ser una herramienta con impacto en la economía, proponen un crédito indexado a diferencia de lo que había antes que era el Procrear, un crédito subsidiado. Y las familias le tienen miedo a que se indexe por inflación. 

–¿Qué rol debe tener ahora el PJ ante este nuevo escenario? –Nosotros siempre vamos a plantear la defensa de nuestras ideas que deben ser superadoras. Asociamos al peronismo a un sentimiento de esperanza y confianza. Somos una gran fuerza política y contamos con una gran experiencia en la defensa de los humildes, los trabajadores y la clase media, que es la que más está sufriendo esta situación. El gobierno tiene una hoja de ruta que es el derrame y el efecto rebote, pero ¿el mientras tanto?