PESARO, 16 AGOSTO – La prestigiosa Academia Rossiniana de Pesaro, que se
celebra en coincidencia con el Festival Rossini (ROF) es un verdadero
semillero de jóvenes cantantes que aspiran a heredar los roles que antes han sido
de Luciano Pavaroitti y Juan Diego Florez, entre otros.

El tenor argentino Emmanuel Faraldo es uno de ellos y el miércoles 16 obtuvo un triunfo
personal al cantar en el ensayo de fin de curso con la cantata escénica “El
viaje a Reims”, el rol del conde ruso Conde Libenskof, morbosamente celoso
de la viuda polaca marquesa Melibea (la mezzosoprano Martiniana Antonie.

Considerada una de las obras más difíciles del belcanto rossiniano, ya
de por sí el más difícil de todos, hoy es la palestra donde se miden los
jóvenes cantantes de ópera llegados de todo el mundo a Pesaro, ciudad natal
del compositor.

Faraldo se lució en el sexteto del primer acto exhibiendo un dominio
absoluto de los sobreagudos, pero también con excelencia en los medios
tonos como lo volvió a confirmar en el dúo amoroso del segundo acto.

“En realidad yo no soy técnicamente un tenor rossiniano. Mi repertorio
más adecuado es el que va de Mozart al Donizetti más lírico, aunque
también estoy cómodo en la zarzuela, la opereta y hasta en la música
contemporánea”, declara Faraldo, de 30 años.

Nacido en Trenque Lauquen, en la provincia de Buenos Aires, hijo de un
afinador de pianos, salido de la Universidad Nacional del Arte donde estudió
piano y dirección de coros. Antes de darse cuenta que su destino era ser
cantante de ópera, Faraldo ingresó al Instituto Superior de Arte del Teatro
Colón paso previo a buscar fortuna en España, donde interpretó un pequeño papel
en el estreno mundial de “Bebedom”, del compositor argentino Mario
Peruzzo.

“Desde hace tres años vivo en Madrid, primero con una beca del Reina
Sofía y luego en el atelier de canto de Plácido Domingo en Valencia y he
perfeccionado mis estudios bajo la guía del barítono argentino Omar Carrión
y con el pianista Manuel Burguesa que acompañara durante años a Montserrat
Caballé” declara Faraldo.

“Yo acabo de cantar el rol de Ernesto en el ‘Don Pasquale’ de Gaetano Donizetti y para mi audición para la Academia me dieron para estudiar el aria de ‘La Cenerentola’ que me permitió acceder al reducido grupo de veinte cantantes que asistió a los cursos de Ernesto Palacio, director artístico del ROF”, refiere el tenor argentino.

“Decidí probar con la Academia Rossiniana porque a este festival, el más importante del mundo en materia de belcanto, llegan directores artísticos de todos los teatros, tanto de América y Europa como de Asia y Extremo Oriente y por ende existen más posibilidades de ser descubiertos”, afirma Faraldo.

Por lo pronto, el tenor argentino ya tiene contrato en octubre con el Teatro de la Zarzuela de Madrid con la opereta “El cantor de México”, que fue caballito de batalla del inolvidable Luis Mariano y poco a poco se le están abriendo las puertas de los más prestigiosos teatros españoles, desde el Real de Madrid hasta el Liceo de Barcelona además de algunos importantes de la provincia como el de Las Palmas de Gran Canaria.

Faraldo sueña con cantar en el teatro Colón, coliseo mítico no solo para los argentinos, pero solo como artista invitado. “Cuando vuelva a Buenos Aires quiero hacerlo por la puerta grande, con una carrera profesional afirmada” declara y no descarta en un segundo momento irse a vivir a la patria de sus mayores, Italia, con su novia que, como él, dispone de un pasaporte italiano.