Con el capítulo 116 terminó la telenovela La leona, protagonizada por Pablo Echarri y Nancy Duplá que fue emitida por Telefé. Desde el principio obtuvo resistencia por parte de algunos televidentes que la rechazaron tanto por su contenido como por la filiación política de sus actores principales, quienes se habían sentido identificados con las políticas del kirchnerismo.

La característica distintiva de la telenovela que fue grabada el año pasado, fue su candente actualidad, ya que su trama principal tuvo que ver con el vaciamiento de una empresa textil por parte de sus dueños y la recuperación que hicieron los trabajadores transformándola en  una cooperativa.  Muy resistida en un principio, La Leona fue desfilando por diferentes horarios: desde su estreno a las 22, el pasado 18 de enero, la ficción comenzó a retrasarse en la grilla y tuvo arranques a las 22.15, 22.30, 22.45, 23 y 23.30, hasta quedarse sin inicio programado, bajo la definición del lamentable “al término de” Moisés. Esto hizo que los seguidores habituales de la telenovela, en los últimos tiempos no pudieran acostarse hasta pasada la una de la mañana. 

En recientes declaraciones a la prensa Pablo Echarri sostuvo: «Franco es un personaje algo frío y es quien quiere desarmar la fábrica y destituir la fuente de trabajo de muchos obreros, con un trasfondo familiar. Me toca un personaje amargo, duro y despiadado, pero que cuando conoce e amor empieza intentar se un poco mejor, que es lo que le pasa a la gente ¿no? cuando uno se enamora quiere ser una persona mejor.»

A María, «la Leona» en cambio, le tocó sostener el papel de la luchadora incansable y absolutamente fiel a sus convicciones, aunque también a ella el amor la hizo tambalear hundiéndola en un sentimiento contradictorio de amor y odio. Su amor por Franco Uribe, que luego se sabrá que es Diego Miller, el hijo que el empresario creía muerto, es vivido con María con culpa ya que amarlo a él significa de alguna manera traicionar a los suyos, a sí misma y a la rectitud moral que ha heredado de su padre, Pedro, quien muere al ser despedido de la fábrica por Diego Uribe, aunque la decisión es tomada por el dueño, Klaus Miller. 

Si algún mérito tuvo La Leona es que a pesar de haber sido grabada el año pasado, su argumento cobró total actualidad en el momento de su emisión. El vaciamiento de la fábrica textil, su quiebra fraudulenta y la recuperación de la empresa por parte de los obreros son elementos que  parecen tomados de la realidad de hoy y también de la funesta experiencia que la Argentina vivió en 2001.