El Fútbol Para Todos, en el último año, tiene anunciadas más muertes que Víctor Sueiro. La última fue de boca del conductor televisivo y vicepresidente de San Lorenzo Marcelo Tinelli, que en la puerta del edificio de la AFA en la calle Viamonte aseguró: “Hay que ver los términos de la recesión, pero podemos confirmar que Fútbol Para Todos no sigue. Es complicado el futuro de la televisación porque no nos pusimos de acuerdo con Turner y Fox, hay que explorar las alternativas. El jueves tendremos la reunión en Casa de Gobierno y lo definiremos.”

Es, al cabo, otro capítulo más del desmadre que vivió la AFA a lo largo de todo este año, acaso el más politizado en la historia reciente del fútbol argentino. El gobierno nacional, que en campaña había asegurado que se mantendría la gratuidad del fútbol a través de los canales de aire, sigue firme en la postura de que a partir del 1 de enero del 2017 no existirá más el programa Fútbol Para Todos.

En abril pasado, llegó una carta firmada por todos los clubes a la Secretaría General de Presidencia, comandada por Fernando de Andreis, en la que pedían que se rescinda el contrato con el Estado. Era una puesta en escena, la condición previa para comenzar las negociaciones con Turner, que según sus interlocutores de Casa Rosada prometía como piso unos 3000 millones de pesos.

Medio año después, la oferta de Turner fue de 2200 millones, con un contrato a 15 años. En esos términos, a los clubes no les resultaba beneficioso cambiar al Estado por el gigante norteamericano.

Diciembre apareció otra vez como un callejón sin salida: no hay un oferente firme para la televisación del fútbol argentino en 2017 y el gobierno sigue inalterable en su decisión de que a partir de enero el Estado no invierta más plata en la pelota.

El jueves, en Casa de Gobierno, habrá una reunión clave para el futuro. Como todo lo que tiene que ver con la dirigencia del fútbol argentino, es difícil aventurar cuál será la resolución. Aparecen tres variables. La primera es que el Estado siga a cargo de las transmisiones de manera transitoria, hasta que los clubes lleguen a un acuerdo con alguna emisora privada. La otra -la más lejana, según cuentan fuentes que participaron en estos meses de las negociaciones- es que algún privado presente una oferta que conforme a los clubes.

La tercera, acaso la más ambiciosa, es la que pusieron en marcha ayer Claudio Tapia y Pablo Toviggino, referentes del ascenso y del Interior respectivamente, los dueños de 45 votos de la asamblea que deberá elegir presidente durante el próximo año. Si bien aún falta documentación y la oficialización, hay un pedido de préstamo al Banco Macro por 700 millones de pesos para poder darle vida al canal AFA TV, un sueño que hace años anda dando vueltas por los pasillos de la calle Viamonte y que entusiasma al propio Tinelli. Así, los clubes serían dueños de sus propios derechos y ellos venderán directo a los cables los derechos.

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