Con Mollo, Sokol, Crook, los Redondos: tocó con todos. A Tito Fargo le sienta bien «Los Orozco», la canción de León Gieco. Pero no se trata solo de un juego de vocales. En más de 30 años de carrera, Fargo tocó en los dos primeros discos de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, fue colaborador crónico de Divididos, partícipe necesario de la mítica Hurlingham Reggae Band –el desprendimiento reggae de Sumo– y mucho más. Hoy es parte de Ararat y Gran Martell, un productor cada vez más requerido, y ahora lanza su primer disco 101 por ciento solista: Dub Station.

«Me gusta tocar y producir a músicos que considero valiosos. Pero con el tiempo también empecé a disfrutar cómo sueno completamente solo. Tengo un estudio en casa y me resulta un espacio ideal para trabajar y experimentar. La idea de Dub Station es llevar a la gente esos momentos tan personales», detalla Fargo. Pero toda aventura suele tener más de una explicación y esta no es la excepción: «También me inspiró que me llamaron para hacer la música del documental Relato a la máquina y que cuando empecé a tocar estas cosas en vivo también sentí la necesidad de hacer alguna canción y, por ende, sumar mi voz.»

Dub Station es un disco de estudio –por lo procesado de los sonidos– y de viajes –porque invita a dejarse llevar–. Armado con un arsenal de guitarras, pedales y sintetizadores, Fargo da rienda suelta a su costado más impresionista en «Jambies», «Zapp bass», y «Psicomoon»; se permite instrumentales cristalinos como «Arkano»; y se aproxima al formato canción en «Síndrome animal», «Antes que hoy» y la zamba «El antiguo». No se trata de un disco de hits: Dub Station funciona como una aventura que se abre escucha a escucha. «Un amigo que hace pedales me dio unos cuantos para probar y lo disfruté como un chico en una juguetería», revela risueño el guitarrista, compositor y ocasional cantante.

El recorrido de Fargo en nuestro rock nunca lo transformó en póster o bandera, pero sí le dio el gusto de participar de experiencias creativas únicas. No es casualidad que Skay Beilinson y Ricardo Mollo, dos guitarristas y compositores fundamentales de la música popular argentina, lo eligieran para que tocara con ellos. «Con los Divididos somos muy amigos. En la época de Narigón del siglo y Vengo del placard de otro tocamos mucho en vivo. La pasábamos bárbaro –recuerda–. Lo de ser parte de los Redondos fue increíble. Con Skay teníamos una relación musical muy intensa y natural. No teníamos que repartirnos el trabajo: tocábamos y todo caía en su lugar. Fue una época muy linda.» «

Tito Fargo presenta Dub station este jueves a las 21:30 en el Caff (Sánchez de Bustamante 772).