Es el cuarto paro general contra el Gobierno de Mauricio Macri y su programa económico, pero no es una más. Es el primero luego de que el Gobierno presentará su presupuesto 2019 y reafirmará su vocación de ajuste.

El gobierno de Cambiemos ya entró virtualmente en su último año. Incluso falta menos que eso para que se desarrollen las PASO que determinarán los candidatos a Presidente. En ese contexto cada fracción del sindicalismo, que en todas sus variantes ya se asume como opositor, busca recostarse en un espacio político de cara a los comicios de 2019.

Los Camioneros comandados por Hugo Moyano, junto a las dos CTA coquetean con el kirchnerismo. Detrás de camioneros emergen casi 60 gremios confederados dentro de la CGT, entre ellos el poderoso SMATA, siempre conducido por Ricardo Pignanelli.  Dentro de ese conglomerado también se anota Sergio Palazzo, titular de la Asociación Bancaria.

Este sector comenzó el paro 12 horas antes que la CGT y movilizará a la Plaza de Mayo. Además, los dirigentes del Frente Nacional Sindical ya convocaron a un marcha a Lujan para el próximo 20 de octubre bajo la consigna Pan y Trabajo.

Por su parte, el Triunvirato que aun es sostenido por Gordos e Independientes y que aspira a cumplir su mandato que concluye en el 2020 se recuesta cobre el peronismo de los gobernadores.  La conducción de la CGT levantó en las últimas semanas su perfil dejó de lado dos invitaciones a dialogar con el Gobierno, se reunión con los gobernadores y escucho a Sergio Massa y a Miguel Ángel Pichetto.

Desde el anterior paro general hasta hoy la conducción de la CGT ha recobrado fuerzas y se siente en condiciones de, más allá de las tensiones internas, conducir a la central obrera mientras dure la crisis.

La relación con Jorge Triaca, ex ministro de Trabajo y ahora Secretario, ya estaba desgastada. En principio, la llegada de Dante Sica al ministerio de la Producción y el Trabajo puede servir como aire. Sin embargo, desde la CGT las expectativas son moderadas. Porque, más allá de la buena relación personal que algunos dirigentes tienen como el flamante ministro, los dirigentes aseguran que no hay margan para saldar ninguna controversia a favor de los trabajadores. En ese esquema, señalan en la CGT que todo dialogo es estéril.

En tanto, el pequeño sector gremial denominado Movimiento de Acción Sindical Argentino (MASA) que conduce Omar Viviani encontró una alternativa para no tener que encolumnarse ni detrás de Camioneros ni detrás del Triunvirato. El MASA le brindó su apoyo a los gobernadores Juan Manuel Urtubey y Juan Schiareti en el marco de la interna peronista.

Tanto el gobernador de Córdoba como el de Salta no están en la mejor frecuencia con el resto de los mandatarios provinciales y en esa lógica de sumar apoyos decidieron posar con el secretario General de los Peones de Taxis.