Los 75 trabajadores que fueron procesados por protestar por la permanecían que hacían en sus puestos de trabajo del Ingenio San Isidro, en Salta, llegaron a un acuerdo con la empresa y la fiscalía dio marcha atrás con la acusación. Los obreros azucareros -que no trabajan desde enero cuando se aunció el cierre- aceptaron dejar la empresa cuando el propietario Grupo Gloria anunció que vendería la firma, lo que les garantizaría la continuidad laboral. Los trabajadores advirtieron que si el lunes no tienen noticias, marcharán hasta la legislatura provincial para exigir la expropiación de uno de los ingenios más antiguos del país. Después de diez días de permanencia en la fábrica, los trabajadores del ingenio ubicado en la localidad de Campo Santo llegaron a un acuerdo y desocuparon la fábrica.

La negociación se realizó durante una audiencia de conciliación convocada por la fiscalía Penal de General Güemes, a cargo de Verónica Simesen, que había imputado a Mariano Cuenca, secretario general del Sindicato de Obreros y Empleados del Ingenio San Isidro (Soeasi) y a otras 74 personas por el delito de usurpación. Las actuaciones judiciales se iniciaron a partir de la denuncia del representante de las firmas Prosal SA y Emaisa SA -que forman el Grupo Gloria, propietario del ingenio salteño- Hugo Alejandro Pinto. Sin embargo, la jueza de Garantías 8 de Salta, Claudia Puertas, había rechazado el desalojo porque entendió que la ocupación se trataba de una protesta.

El secretario adjunto de Soeasi, Enrique León, indicó a Tiempo que el conflicto ingresó en un impass porque el grupo Gloria -un conglomerado industrial de capitales peruanos- anunció que se retiraba y que vendería el Ingenio a un grupo empresario tucumano. «Si no se concreta esa venta el lunes, vamos a marchar los 64 kilómetros de ruta a pie hasta la Legislatura para exigir que se apruebe la expropiación del ingenio», detalló León.

La toma del ingenio había comenzado el 5 de junio pasado. Y este jueves los trabajadores del Ingenio convocaron a la policía para que tome nota de que estaban desalojando y que todo estaba en condiciones. «Esperamos cinco meses y no tuvimos novedades de la empresa, no había intensión de venta», recordó León. Eso cambió y los trabajadores aceptaron poner una pausa en la prostesta hasta el lunes.

San Isidro anunció en enero el cese de sus actividades y el inicio de un Procedimiento Preventivo de Crisis (PPC) por razones de orden económico, financiero y laboral.

El ingenio fue fundado en 1760 y es considerado el más antiguo del país. Allí trabajan 570 personas pero con los empleos indirectos, quienes dependen de la empresa son 730 más los camiones que transportan los productos hacia y desde el ingenio. La empresa es central en la economía del departamento de General Güemes, donde está asentado: el 70% de la caña que utiliza para fabricar el azúcar proviene de pequeños productores de la zona.