Sucede en las mejores familias y también en las academias más prestigiosas. Como se sabe, un escándalo de grandes proporciones sacudió a la Academia Sueca, responsable de entregar nada menos que el Premio Nobel, máximo galardón al que se puede aspirar en diversos rubros, desde medicina a literatura. Fue precisamente este último el epicentro del escándalo que determinó que el año pasado no se premiara a ningún escritor, razón por la cual este jueves se anunciarán dos ganadores, uno de 2018 y otro de 2019.

Aunque el escandalete se produjo en Suecia, bien podría alimentar los programas de chimentos de la televisión argentina, ya que no le faltó ninguno de los ingredientes que hacen que, de pronto, un desconocido tenga sus quince minutos de fama, aunque sea por un hecho repudiable

En este caso, el desconocido en estas latitudes pero muy influyente en Suecia, fue el artista francés Jean-Claude Arnault, dedicado a la fotografía y algunos señalan que también al teatro, ya que participó en algunas obras breves y en una ópera. Las malas lenguas dicen que su influencia se debe al hecho de estar casado con la poeta Katarina Prostensson, quien fuera miembro de la Academia Sueca hasta que en noviembre de 2017 estalló el escándalo que la hizo renunciar a su cargo, del mismo modo que renunció también la secretaria permanente Sara Danius y se llevó puestos a otros académicos, ocho en total. Por esta razón, se buscaron jurados externos en un intento de salvar el descrédito que significó para la Academia el escándalo producido.  

Las acusaciones que llovieron contra Arnault son de diverso tipo.

La más seria es el abuso y vejación de 18 mujeres a lo largo de 20 años, aunque se lo juzgó solo por un acto de esta naturaleza cometido en 2011, por el que fue condenado a dos años de prisión de cumplimiento efectivo y un resarcimiento a la víctima de 12.000 dólares. Por supuesto, el acusado negó los cargos y argumentó a través de su abogado que en la Academia Sueca se había lanzado una caza de brujas. Las 18 mujeres contaron lo sufrido de manera anónima en el diario sueco Dagens Nyheter

Aunque tenía fama de tener una educación exquisita y de haber participado activamente en el Mayo francés, luego de su condena muchos lo ponen en duda y dicen que su fama tiene que ver con su matrimonio y no con su talento. En su país de origen, Francia, es casi un desconocido.

La segunda de las acusaciones está relacionada con filtraciones de información que se produjeron en la Academia. Se cree que Arnault habría revelado nombres de ganadores antes de que la institución lo hiciera de manera oficial. Esos nombres serían los de Harold Pinter en 2005 y el de Bob Dylan en 2016.

La tercera tiene que ver con un tema de dinero, porque la corrupción parece que no es privativa de los países latinoamericanos, aunque muchos crean que es así. A finales de la década del 80 –los protagonistas de esta historia se casaron en 1989- Arnault y su esposa, la poeta que aún no era académica, abrieron Forum, un espacio cultural que se convirtió en el epicentro del arte y la literatura en Suecia y que, durante años, contribuyó a financiar la Academia Sueca de la que la poeta pasó a formar parte en 1992. Ese momento fue un punto de inflexión en la vida de Arnault, que comenzó a cobrar cada vez más fama en función del nombramiento de su esposa. Pero eso, sin embargo, no lo salvó del juicio al que se vio enfrentado a los 72 años, y tampoco de la cárcel.

Aunque se discuta acerca de su talento y de su influencia, lo cierto es que su conducta fue lo suficientemente escandalosa como para que en 2018 no se otorgara el Nobel de Literatura, ya que la Academia quedó manchada por el escándalo.

Este jueves, el Nobel de Literatura tendrá dos ganadores. Y, como no podía ser de otro modo, ya han comenzado las apuestas en las casas que se dedican a los juegos de azar. Es muy probable, como pasa casi todos los años, que los que más suenan como ganadores, no resulten los elegidos y que la Academia Sueca sorprenda con dos autores inesperados.

El único argentino que se menciona como posible ganador en esta oportunidad es César Aira. También se encuentran entre los favoritos Anne Carson (de Canadá), Olga Tokarczuk(de Polonia), Joyce Carol Oates (de Estados Unidos), Can Xue (de China), Lyudmila Ulitskaya (de Rusia), Ngugi wa Thiong’o (de Kenia). Desde hace años suenan también los nombres de Nargaret Atwood, Haruki Murakami y  Mircea Cartarescu.

Un rasgo a destacar es que la mayoría de los premiables que encabezan la lista de las apuestas son mujeres. No sería raro que de los dos ganadores por lo menos uno sea mujer, ya que la Academia Sueca, aunque no lo confiese, no solo evalúa la calidad literaria. Los premios tienen mucho de político y, en estas circunstancias, el empoderamiento de las mujeres en todo el mundo le ofrece a la institución la posibilidad de ser políticamente correcta.

Este jueves a las 10 de la mañana se habrá develado el misterio y puede que los resultados no sean los previstos y, una vez más, el Nobel produzca perplejidad.