La situación del fiscal que investigó el Triple Crimen de General Rodríguez, Juan Ignacio Bidone, en relación con la asociación ilícita que investiga el juez federal de Dolores, Alejo Ramos Padilla, entró en cuarto intermedio hasta el próximo miércoles por la mañana. Bidone interrumpió este lunes, después de seis horas de exposición, su declaración como pretenso arrepentido en la fiscalía federal de Dolores, a cargo de Juan Pablo Curi.

Bidone llegó esta mañana a Dolores acompañado por su abogado, Diego Alvarez Bognar, y reiteró su pedido de acogerse al régimen de imputado colaborador, que ya había formulado por escrito el lunes pasado. Como estaba citado a prestar declaración indagatoria ante Ramos Padilla –quien no había sido notificado por el fiscal de las intenciones de Bidone-, el abogado defensor presentó un escrito explicando la situación. Así, la indagatoria quedó postergada hasta tanto se resuelva si finalmente el fiscal de Mercedes será o no aceptado como imputado colaborador.

Por una cuestión de procedimiento, lo que declaró Bidone en sus más de seis horas ante el fiscal Curi permanece por ahora en reserva. Ocurre que si esa información que suministró hasta ahora llegara a ser considerada insuficiente por el fiscal de Dolores, y el acuerdo fuera rechazado, nada de lo que dijo en esa instancia podrá ser utilizado por el juez.

En ese escenario de eventual fracaso del arrepentimiento, entonces Ramos Padilla deberá tomar una indagatoria normal, en la que Bidone no estará obligado a decir la verdad. No obstante, el fiscal de Mercedes ya anunció, incluso públicamente, que está dispuesto a colaborar con el Poder Judicial cualquiera sea el resultado de su negociación con el fiscal Curi.

Bidone cree que probablemente su carrera como funcionario judicial esté terminada, pero considera que no tiene responsabilidad penal sobre los delitos que se le reprochan pues fue “engañado” por el falso abogado Marcelo D’Alessio, al igual que otros funcionarios judiciales y protagonistas de la vida política argentina.