Este fallo convalida la alianza de este gobierno neoliberal con los socios civiles de la dictadura. El juez Ercolini nunca investigó el delito de máxima que es el de lesa humanidad y el pacto político y económico de los tres diarios con las tres armas. La derecha tiene una narrativa basada en el olvido y la frivolidad. Buscan un sujeto vacío sin derecho, un consumidor consumido. El año termina con un regalo a Héctor Magnetto, y Milagro Sala sigue presa por los mismos jueces que no se animaron a llevar a juicio a Carlos Blaquier. El Poder Judicial es cómplice de este neoliberalismo que es una fábrica de hambre. El juez dice que no hay pruebas y la investigación que en su momento publicamos en Tiempo Argentino está repleta de pruebas, que van a trascender al olvido. «