El presidente estadounidense, Donald Trump, criticó este jueves la decisión de su propio gobierno de nombrar un asesor especial para investigar los vínculos entre su campaña electoral y Rusia, al asegurar que se trata de una «caza de brujas» que exhibe al país «dividido» y lo «daña terriblemente».

Los comentarios de Trump llegaron en medio de una crisis política que crece día a día y se agravó la semana pasada cuando el presidente echó al ex director del FBI James Comey, quien lideraba la investigación de la agencia sobre los vínculos del magnate con el Kremlim y sobre si Rusia lo ayudó a ganar las elecciones el año pasado.

Tras el despido, informaciones de medios locales señalaron que Trump compartió información confidencial dada por Israel con el canciller ruso, Serguei Lavrov, al recibirlo en la Casa Blanca, y de que presionó a Comey para que dejara de investigar los nexos con Rusia de su ex asesor de seguridad nacional Michael Flynn.

Un día después de nombrar al ex director del FBI Robert Mueller para liderar la investigación independiente, el vice fiscal general Rod Rosenstein compareció hoy a puertas cerradas ante el pleno del Senado, donde los legisladores le preguntaron por el destitución de Comey.

El senador demócrata Dick Durbin dijo luego del encuentro que Rosenstein declaró en el Senado que se enteró de que Trump iba a despedir a Comey el 8 de mayo, un día antes de escribir un memorándum en el que recomendó al presidente que echara al entonces director del FBI.

Durbin dijo que el vice fiscal general «se enteró de la decisión del presidente de echarlo (a Comey) y luego escribió el memorándum con sus razones».

El senador agregó que Rosenstein no quiso decir quién le pidió que escribiera el memorándum sobre Comey, y que entre los senadores hubo frustración porque el vice fiscal general se negó a contestar varias otras preguntas argumentando que no quería entrometerse en la investigación que liderará Mueller.

Incluso pese a las declaraciones de rechazo de Trump, el oficialismo republicano manifestó su esperanza de que el nombramiento de Mueller al frente de una comisión investigadora independiente ayude a mitigar la turbulencia política en Washington.

«Nos desharemos del humo y veremos dónde están las cuestiones que importan. Creo que el asesor especial quizás aporte calma y confianza al pueblo estadounidense, lo cual es increíblemente importante», dijo el senador republicano Tim Scott.

Pero Trump disintió fuertemente. El nombramiento «daña terriblemente a nuestro país», señaló en un encuentro con presentadores de noticias.

«Muestra que somos un país dividido, confundido, no un país unificado», y eso «es una cosa muy, muy negativa».

Luego reiteró esta postura en una conferencia de prensa con el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, en las que describió los últimos acontecimientos como una distracción de los asuntos trascendentes.

«Respeto la medida, pero todo esto ha sido una caza de brujas», señaló, insistiendo en que no hubo «ningún complot» entre Rusia y su equipo de campaña para las elecciones de noviembre pasado.

Pese a su oposición inicial al nombramiento de un investigador independiente, el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Paul Ryan, dijo hoy que la decisión «ayuda a dar garantías a la gente y al Departamento de Justicia de que van a hacer su trabajo de manera independiente y meticulosa».

Pero Trump, luego de emitir ayer un comunicado mesurado al conocerse la noticia del nombramiento, dio hoy rienda suelta a su resentimiento en una serie de tuits matinales.

“Esta es la mayor caza de brujas de un político en la historia estadounidense», escribió Trump.

«Con todos los actos ilegales que hubo durante la campaña de (Hillary) Clinton y la administración de Obama, nunca fue nombrado un consejero especial!», agregó.

Pese al nombramiento, al menos tres comisiones del Congreso continúan con sus propias investigaciones. Tanto la Comisión de Inteligencia como la de Asuntos Jurídicos del Senado han invitado a Comey a declarar, y lo mismo ha hecho la Comisión de Supervisión de la Cámara de Representantes, que ayer pidió al FBI todos los documentos sobre las conversaciones entre Trump y Comey.

Hoy, la Comisión de Inteligencia de la Cámara de Representantes también pidió todos estos documentos, aunque tanto al FBI como al Departamento de Justicia.

También hoy, la agencia de noticias Reuters informó que Flynn y otros integrantes de la campaña republicana mantuvieron contactos con funcionarios rusos y otros ligados al Kremlin a través de al menos 18 llamadas y correos electrónicos en los últimos siete meses de la carrera presidencial del 2016.

Las comunicaciones, anteriormente no divulgadas, forman parte del registro que ahora está siendo revisado por investigadores del FBI y el Congreso que investigan la injerencia de Rusia en la campaña electoral y las elecciones presidenciales que llevaron a Trump a la Casa Blanca, dijeron funcionarios no identificados.

Las fuentes que describieron a la agencia británica los contactos dijeron que no habían visto ninguna evidencia de irregularidades o acuerdos entre la campaña de Trump y Rusia en las comunicaciones revisadas hasta el momento.

Pero la divulgación de estas comunicaciones podría aumentar la presión sobre Trump y sus ayudantes para que proporcionen al FBI y al Congreso una descripción completa de sus interacciones con funcionarios rusos y otros ligados al Kremlin durante e inmediatamente después de las elecciones del 2016.