Un equipo de funcionarios y asesores que se prevé sea anunciado ya comenzó a reunirse a puertas cerradas en la Casa Blanca para estudiar cuándo reabrir la economía de Estados Unidos, en medio de una creciente disputa entre el presidente Donald Trump y varios gobernadores sobre en qué momento levantar las cuarentenas en el país con más casos y muertes por coronavirus.

El consejo, que no se espera que incluya a autoridades sanitarias, podría además dejar expuestas tensiones dentro de la Casa Blanca entre economistas y funcionarios de salud en torno a cuán rápido pueden retomarse algunas actividades productivas sin provocar un agravamiento del brote, que según autoridades de las zonas más afectadas estaba empezando a dar señales de remisión.

Gobernadores demócratas del noreste y de la costa oeste de Estados Unidos anunciaron ayer por separado que formarán equipos para coordinar reaperturas de actividades económicas. El primer anuncio fue hecho por los gobernadores de Nueva Jersey, Connecticut, Delaware, Massachusetts, Nueva York, Pensilvania y Rhode Island, y horas más tarde hicieron lo propio los de California, Oregon y Washington.

Entre ambos anuncios, Trump rechazó los planes de los gobernadores al argumentar ayer desde la Casa Blanca que «el Gobierno federal tiene poder absoluto» para determinar el fin de las medidas restrictivas, una posición que hoy reiteró por Twitter acusando a los gobernadores de un «motín» y diciendo que el estado de Nueva York «parece querer la independencia». La Constitución, sin embargo, da a los estados suficiente autoridad para regular sus propios asuntos, y el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, rechazó hoy los argumentos de Trump y le pidió no actuar de manera «dictatorial».

«La Constitución dice que el Gobierno federal no tiene poderes absolutos, es exactamente lo contrario a lo que ha dicho el presidente. (…) No tenemos un rey Trump, tenemos un presidente Trump», dijo Cuomo a la cadena CNN.

El mandatario le contesto por Twitter. «Cuomo ha estado llamando a diario, incluso cada hora, suplicando por todo, la mayoría de lo cual debería haber sido responsabilidad del estado, como hospitales nuevos, camas, respiradores, etc. Conseguí todo para él, y para todos los demás, y ahora parece querer la Independencia. Eso no sucederá», tuiteó.

Con el país encaminado a una muy probable recesión antes de las elecciones de noviembre, Trump ansía un resurgimiento económico que ayude a estabilizar a los mercados y a recuperar algunos de los 16 millones de puestos de trabajos que ya se perdieron en Estados Unidos por la pandemia.

El mandatario republicano, que se ha mostrado renuente a apoyar las cuarentenas, quería originalmente una vuelta a la normalidad para la Pascua, pero ahora desea una reapertura de la economía, aunque sea parcial, para fines del corriente mes.

Muchos expertos médicos del Gobierno, incluyendo al doctor Anthony Fauci y la doctora Deborah Birx, han advertido que poner fin demasiado pronto a las medidas de distanciamiento social podría causar una nueva ola de contagios que obligaría a volver a cerrar la economía, con resultados desastrosos.

En cuanto al nuevo consejo asesor, Trump dijo ayer que esperaba que «nos den algún buen consejo, pero queremos que sea todo seguro, muy seguro. Al mismo tiempo, tenemos que lograr abrir nuestro país».

Se espera que el nuevo consejo esté integrado por los secretarios del Tesoro, Steve Mnuchin; de Comercio, Wilbur Ross, y de Desarrollo Urbano, Ben Carson, y por asesores y ex asesores económicos de la Casa Blanca, entre ellos Kevin Hassett y Larry Kudlow.