El presidente estadounidense, Donald Trump, dijo ste miércoles que una ofensiva lanzada por Turquía en Siria contra combatientes kurdos que eran aliados de Estados Unidos no es un problema de su país, y volvió a rechazar crecientes críticas por la operación turca.

Turquía invadió el noreste de su vecina Siria la semana pasada luego de que Trump ordenara la retirada de esa región de las fuerzas estadounidenses que durante años pelearon codo a codo con los combatientes kurdos contra el grupo Estado Islámico (EI).

La decisión fue criticada en Estados Unidos, incluyendo por aliados republicanos de Trump en el Congreso, y por países que creen que amenaza con permitir un resurgimiento del EI y, por esa vías, contribuye a la inestabilidad en Medio Oriente.

Al caer la tarde, la Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó una ley que condena la operación turca por 354 votos contra 60, es decir con el apoyo de casi 130 de los 198 representantes republicanos.

«No es nuestra frontera. No deberíamos estar perdiendo vidas por ella», dijo poco antes Trump sobre el límite entre Turquía y el noreste de Siria, donde tiene lugar la ofensiva.

El presidente, desestimando la indignación de legisladores republicanos, dijo que no estaba en el interés de Estados Unidos proteger a los kurdos, y rechazó que la retirada militar de su país haya abierto nuevas oportunidades para Rusia en Siria.

«Siria probablemente tenga un socio en Rusia. Quienquiera que sea, les deseo mucha suerte», señaló Trump, citado por CNN.

El mandatario pareció no hacerse mucho problema por la desesperada situación de los combatientes kurdos-sirios.

«Tienen mucha arena por ahí. Así que hay mucha arena con la que puedan jugar», señaló.

En los últimos días, los kurdos se aliaron con el Ejército sirio para que los ayude contra Turquía.

La descripción de Trump del estado de las cosas en Siria se topó con la condena a la ofensiva turca aprobada en el Congreso, en una nueva demostración del rechazo que su orden de retirada militar despertó en el oficialismo republicano y la oposición demócrata.

La ley de la Cámara de Representantes rechaza la retirada y dice que Turquía debería cesar su acción militar en Siria. La medida también exhorta a la Casa Blanca a presentar un plan para una «derrota duradera» del EI.

Durante el debate, legisladores republicanos calificaron la retirada de Siria de «desastrosa» y «catastrófica».

En la Casa Blanca, Trump dijo que los soldados estadounidenses «han salido mayormente» de la zona de Siria donde Turquía lleva adelante su ofensiva y «no están en peligro».

«Si Turquía entra en Siria es entre Turquía y Siria. No es nuestro problema», dijo Trump, que insistió con que Estados Unidos debe dejar de ser el «agente policial» del mundo.

La lucha «no es entre Turquía y Estados Unidos, como les gustaría verlo a un montón de estúpidos».

«Siria es amistosa con los kurdos. Los kurdos están bien protegidos. Además, saben pelear. Y, por cierto, los ángeles no existen», dijo luego de reunirse con el presidente italiano, Sergio Mattarella.

Aunque Trump ha rechazado críticas por el repliegue, ha impuesto sanciones a Turquía en un intento por forzar al presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, a detener el asalto militar. También envió a su vicepresidente, Mike Pence, a Turquía reunirse con Erdogan para tratar de negociar un alto el fuego.

Turquía lanzó su ofensiva porque considera «terroristas» a los kurdo-sirios por sus vínculos con la guerrilla separatista del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), que pelea para independizar la zona del sudeste turco de mayoría kurda.

En la Casa Blanca, Trump dijo hoy que el PKK es una «mayor amenaza terrorista» que el EI.