La información decía: «El presidente de Estados Unidos, Donald Trump indultó a 20 reos”. Claro, dos párrafos abajo aclaraba que dos de ellos pertenecieron a su entorno y fueron condenados por ilícitos en los vínculos de su campaña con Rusia; cuatro fueron contratistas de la empresa militar privada Blackwater sentenciados por una masacre de civiles en Bagdad en 2007 y tres son excongresistas republicanos responsables de corrupción. Eso no es todo: pocas horas después, el propio Trump concedió indultos a otros 29 condenados. Nada casual que entre ellos estuviera uno de sus consuegros y dos estrechos excolaboradores…

El hombre todavía no reconoció formalmente que Joe Biden le ganó las elecciones y que el próximo 20 de enero -dentro de sólo tres semanas- deberá pasarle el acceso al sillón presidencial y de las claves de tantos botones rojos, entre muchos secretos de poder que conmueven al mundo. Dicen que Trump pasa por una época de mal humor profundo que apenas mitiga jugando al golf, como hizo antes y después de la Nochebuena. Pero, mientras tanto, quiere dejar la «casa (Blanca) en orden». Al menos en lo que respecta al paso y la historia que transitaron con ciertos tropiezos algunos familiares y unos cuántos amigos.

Por caso, Charles Kushner, de 66 años, el padre de su yerno Jared Kushner, quien cumplió dos años de cárcel tras declararse culpable en 2004 de 16 delitos de evasión fiscal, uno de represalias contra un testigo federal y otro por mentir a la Comisión Electoral Federal. O de sus excolaboradores Paul Manafort y Roger Stone: el primero fue nada menos que su jefe de campaña en 2016, condenado a siete años de cárcel por diversos delitos financieros (cumplió dos tras las rejas y luego fue trasladado a su domicilio); mientras que Stone, cuya pena ya había sido conmutada por el propio Trump antes de que ingresara en prisión, fue “sentenciado a 40 meses por mentir al Congreso, manipular testigos y obstrucción”.

Los perdones incluyen, entre otros a George Papadopoulos (33), que se declaró culpable en 2017 por mentirle al FBI sobre sus conversaciones con agentes rusos; al abogado Alex van der Zwaan (36), yerno holandés de un multimillonario ruso o al exconsejero de Seguridad Nacional Michael Flynn. Otra parte del grupo de indultos anunciados este martes la componen cuatro contratistas del Gobierno condenados por una masacre en Bagdad que dejó una docena de muertos civiles y generó un sonado revuelo internacional. En fin, el bueno de Trump no se olvida de los amigos.