Admiten en Uruguay que la Comisión Técnica Binacional le importa mucho más al país oriental que a su socio, Brasil. Por eso en Montevideo se celebró especialmente el acuerdo que le permitirá continuar trabajando de manera conjunta para evitar la propagación del Covid-19 en las ciudades de frontera seca. Lo anunciaron el ministro de Salud, Daniel Salinas, y el nuevo caciller, Francisco Bustillo, con el embajador de Brasil, Antonio Simoes. La preocupación del gobierno de Luis Lacalle Pou se acentuó hace dos semanas cuando en Rivera se detectó un serio brote de coronavirus proveniente de la vecina localidad brasileña de Santana Do Livramento. Ocurre que Uruguay siempre tuvo una situación muchísimo más controlada respecto a sus vecinos –Brasil, y también Argentina-, ya desde el comienzo de la pandemia, tuvo 1141 casos positivos y 34 fallecidos, contra los miles y miles de los dos países que lo rodean. En la última semana se detectaron 25 casos, mientras que en Brasil, sólo en las últimas 24 horas hubo más de un millar de muertes y el total se acerca a los 90 mil, entre casi 2,5 millones de infectados. Y se investigan otras 3741 fallecimientos aún sospechosos.

Uno de los casos en Brasil era el propio presidente Jair Bolsonaro. Tras tres positivos en dos semanas, ayer entre fotos y sonrisas, anunció que había superado la enfermedad. Pero, en principio, no hizo más que alimentar las más diversas sospechas sobre su contagio, al punto que algunos medios de San Pablo se arriesgaron a afirmar que se trata de una estratagema en la búsqueda de mejorar su imagen tan deteriorada con sus bravuconadas y el manejo descontrolado de la pandemia.