Todos estos años de camino. De canciones, de música y palabras. De grandes alegrías y dolores profundos. Un encuentro entre Teresa Parodi y Liliana Herrero tiene múltiples significados, pero nunca puede ser producto de la casualidad. Se inscribe en una tradición cultural común y en sus deseos de enriquecerla. Nace de la necesidad de acercarse a los caudalosos ríos de nuestra música popular para interpretarlos, intervenirlos, preguntarles y ensancharlos. Un encuentro entre Parodi y Herrero siempre reivindica una mirada de nuestro país y del mundo. La correntina y la entrerriana unieron fuerzas nuevamente, esta vez para construir el espectáculo Esperar cantando, que presentarán los dos próximos sábados en la sala Caras y Caretas 2037.

«Casi que no es una decisión juntarnos: es una necesidad –subraya Parodi–. Estamos marcadas por la memoria de un país. Por un cancionero, por Mercedes Sosa y por un compromiso. Liliana como intérprete, yo como compositora y cantante. Las dos vamos a esa memoria y tratamos de aportar lo nuestro. Hacerlo en este momento es también una declaración de principios», señala Parodi. Herrero, entre mate y mate, agrega: «Un país es ese entramado precioso entre las músicas que hacen los compositores, las poesías que hacen los poetas y los intérpretes que las cantan. Este es un momento parapararse en el escenario, y juntas es mucho mejor. Hoy el escenario es un campo de batalla entre la tilinguería y el punto cero de la historia contra la memoria de los pueblos. Y nosotros tenemos una posición tomada muy clara.»

La industria del espectáculo muchas veces estimula encuentros impostados. Amontonamientos en los que los protagonistas se dividen tiempos y espacios casi con medianeras. Cruces a las apuradas y convivencias forzadas que obedecen más a estrategias de marketing que a motivaciones artísticas. Para Teresa Parodi y Liliana Herrero las cosas son diametralmente opuestas. Lo sostienen desde su trayectoria, en la charla y lo subrayarán desde escenario de Caras y Caretas 2037. No se tratará de los típicos shows individuales que se completan con un cierre conjunto de dos o tres canciones. Parodi y Herrero estarán todo el tiempo juntas sobre el escenario,acompañadas por Juan Manuel Colombo (guitarra) y Pedro Rossi (guitarra y voces). Compartirán un repertorio especialmente pensado para la ocasión y para estos tiempos. Y tendrán invitados.El primer sábado se sumarán el Chango Spasiuk y Nora Sarmoria; en el segundo, Juan Falú.

Parodi y Herrero sonamigas, comparten momentos más allá de la música y también se admiran. Teresa puntualiza: «Yo siento que Liliana representa a la voz cantada. Creo que es la gran voz argentina que tenemos hoy. Es una intérprete necesaria. Y lo digo como autora. Una se da cuenta cuando alguien es capaz de cantar y darle otra dimensión a la obra a la que se acerca y Liliana lo hace». Herrero completa: «Teresa tiene una sensibilidad única en todo lo que hace. En su voz y como compositora. Ella entiende de dónde viene. La música es una promesa de comunidad. Por eso es imposible decir que uno canta solo. Teresa lo tiene muy claro.»

La charla, siempre con el mate circulando, espumoso y en su punto exacto, deriva hacia los momentos más íntimos de la creación. Tantos años de música y de gente pueden llevar al piloto automático. Pero en este caso no sucede. Las dos confirman que la composición y la interpretación también pueden llevar a momentos difíciles. A veces las cosas no salen y hay que sobrellevarlo e insistir. «Como compositora me cuestiono y a veces me enojo mucho. Hoy a la mañana tiré todo lo que había escrito (risas). Pero es parte de nuestro oficio. Hay que ser exigente con una misma y a la vez tolerar la frustración”, advierte Parodi. “¿Y cuántas veces una baja amargada del escenario porque algo no salió como quería? –se interroga Heredia–. Muchas veces la gente ni se da cuenta, pero una lo nota y se siente mal. Pero los errores también abren la oportunidad para aprender y dan revancha.”

Las dos aseguran que disfrutan tanto en el escenario como en los ensayos. Que esos encuentros musicales y las tertulias que los rodean pueden abrir el camino a nuevas ideas y proyectos. Y en cuanto al repertorio de Esperar cantando, explican que todavía hay lugar para sorpresas. No quieren dar detalles exactos, un poco de misterio siempre estimula y sienta bien. Pero adelantan que cantarán la «Zamba de los humildes» (Armando Tejada Gómez-Óscar Matus), el tema que inspiró el nombre del espectáculo; y “Aguafuerte”, la composición que grabaron juntas en el último disco de Teresa: Todo lo que tengo. También aseguran que repasarán especialmente clásicos de duplas emblemáticas como Falú-Núñez, Falú-Dávalos y Leguizamón-Castilla. Y visitarán a autores de la Patria Grande como Silvio Rodríguez y Daniel Viglietti, entre otros. 

La situación de la Argentina las perturba. Es un dolor amargo que se siente todos los días. “Este es un proyecto empresarial, no político –sentencia Parodi–. Está pensado para defender y enriquecer al sector más acomodado de la sociedad. Las mayorías son postergadas y abandonadas a su suerte. Se desbarató gran parte de lo que se construyó durante doce años. Lo más triste es que se hicieron votar con mentiras. Si hubieran contado lo que iban a hacer el resultado hubiera sido diferente. Pero los pueblos saben encontrar su camino. A su tiempo, pero siempre lo hacen”. 

Herrero, por su parte, destaca: “Son tiempos de mucha violencia. Física e institucional. Pero apostamos a no bajar los brazos. Sentimos que unirnos nos hace más fuertes. Y que encontrarnos con el público, mucho más. Nos lo piden y nos lo agradecen. Por eso disfrutamos tanto en los shows. Las dos cumplimos 70 años. ¡Somos setentistas! (risas) Y no estamos dispuestas a bajar los brazos.” «