La interrupción del servicio de la Línea C durante este lunes por la caída de mampostería en uno de los túneles fue el corolario de un fin de semana plagado de problemas para el Subte, que se inició el viernes con el descarrilamiento de una formación de la propia Línea C, continuó el sábado con el cierre de tres estaciones de la Línea H y siguió el domingo con un tiroteo en uno de los andenes de la Línea A.

Lo sucedido el sábado generó la indignación de los hinchas de River que habían ido al estadio de Huracán para presenciar el choque contra Estudiantes. Luego de que los trenes se convirtieran en una marea de gente del Millonario en las horas previas al encuentro, cuando el público quiso regresar a sus hogares tras el encuentro se encontró con las puertas cerradas: sin aviso previo, Metrovías decidió clausurar durante una hora las tres estaciones más cercanas al Ducó (Inclán, Caseros y Parque Patricios) y dejó a los pasajeros a la deriva.

El domingo, en tanto, se vivieron momentos de pánico en la estación Carabobo de la Línea A. En un día en el que suele haber muy poco movimiento en los trenes, delincuentes intentaron robar a mano armada a los pasajeros de uno de los vagones y, cuando un policía de civil intentó detenerlos, accionaron el freno de emergencia, se arrojaron a las vías y comenzaron a disparar mientras huían por el túnel que va hacia Puan. A pesar de que se encontraban bajo tierra y el servicio estuvo interrumpido por cuatro horas, ninguno de los asaltantes fue capturado.