El bárbaro asesinato de Lucía Pérez, la joven de 16 años drogada, violada y empalada en Mar del Plata, ha generado una enorme conmoción en las organizaciones de mujeres, aún movilizadas por el multitudinario Encuentro Nacional que sesionó el fin de semana pasado y sensibilizadas por la represión sufrida en Rosario. El resultado de este horror y de la rabia que provoca es un inédito Paro de Mujeres, convocado para el próximo miércoles 19.

Tras el brutal femicidio de Lucía, la idea del paro surcó las redes sociales y de inmediato cuajó en un nuevo encuentro, esta vez en el patio de la sede de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), en Echagüe al 1200, Constitución, donde en la tarde del jueves confluyeron más de un centenar de mujeres, referentes de unas 50 organizaciones. Lo que allí se resolvió fue volver a llevar las consignas de #NiUnaMenos y #VivasNosQueremos a las calles, en la forma de un paro.

Con el hashtag #Nosotras Paramos, la convocatoria es a un cese de actividades de las mujeres en sus lugares de trabajo y en las tareas de cuidado, acompañado de un ruidazo, entre las 13 y las 14 del miércoles. La huelga de mujeres continuará, a partir de las 17, con el corte de la Avenida 9 de Julio y una movilización desde el Obelisco a Plaza de Mayo, para exigir un freno a la violencia machista. Desde la organización se invita a asistir con ropas negras.

«No nos movilizamos y organizamos solamente para exigir que no nos maten. El movimiento de mujeres es político. La violencia contra las mujeres está impulsada por una trama económica que fomenta esa violencia y que está en aumento», dijo la periodista Marta Dillon, integrante del colectivo #NiUnaMenos. «Demostremos que sin las mujeres este sistema se cae», agregó la representante de Asociación de Mujeres Meretrices de Argentina (Ammar). Desde #NiUnaMenos puntualizaron que «no es casual que a Lucía la hayan matado en Mar del Plata, nosotras conocemos de las complicidades entre la cana, los capangas narcos y la derecha política que usa a los machitos neonazis como fuerza de choque. Lo vimos el año pasado cuando nos reprimieron en la Catedral de Mar del Plata, igual que vimos neonazis en la Catedral de Rosario que comían pizza con la cana que esperaba adentro para dispararnos.»

«Con la rabia por el femicidio de Lucía, por el odio de una madre que mata a su hija lesbiana, por las adolescentes acuchilladas en La Boca y con la bronca de la represión en Rosrio, llamamos a salir de nuestros lugares de trabajo y de nuestras casas, para visibilizar los femicidios y la precarización de la vida de las mujeres», sostuvo Florencia Minici, otra integrante del colectivo. En junio de 2015, la multitudinaria marcha #NiUnaMenos también respondió al femicidio de la joven santafesina Chiara Pérez, de 15 años. «

Avanza la investigación

La fiscal de Mar del Plata, María Isabel Sánchez, no tiene dudas de que Juan Pablo Offidani, de 41 años, y Matías Farías, de 23, están vinculados con el salvaje crimen de Lucía. La principal hipótesis es que la chica salió el sábado 8 de su casa cerca de las 11 y se encontró con Farías, quien la llevó a su casa del barrio Alfar y la habría drogado de tal manera que la joven perdió toda capacidad de discernimiento. En ese estado fue violada y sufrió todo tipo de vejámenes. Con la ayuda de Offidani y de otro hombre cuya identidad no fue revelada, habrían lavado el cadáver. La fiscal ya pidió la detención de este último imputado. Cerca de las 15, Offidani habría trasladado el cuerpo en su camioneta hasta la sala médica de Playa Serena. Farías dijo que la chica era su novia y que había sufrido una sobredosis. Al otro día, con los resultados preliminares de la autopsia, ambos cayeron detenidos. En un principio la causa fue caratulada como abuso sexual seguido de muerte y homicidio criminis causa, pero la fiscalía consideró que debe investigarse como femicidio. Ayer, los marplatenses se manifestaron en la calles.

El lunes polaco

El pasado lunes 3, las calles de 60 ciudades de Polonia vieron desfilar a miles de mujeres vestidas de negro que se declararon en huelga y salieron a protestar contra la intención del gobierno de ese país de prohibir todo tipo de aborto, aun las interrupciones de embarazos producto de violaciones e incluso cuando está en peligro la salud de la mujer. El gobierno conservador polaco acusó el golpe y daría marcha atrás con la retrógrada iniciativa.