Lucas Peralta Luna tenía 21 años y trabajaba con su moto realizando entregas a domicilio. El viernes a la noche el joven fue atropellado por Sebastián Gabriel Di Pietro, de 38 años, quien circulaba por la Av. Corrientes a bordo de una camioneta. A la altura de la intersección con la calle Serrano Di Pietro embistió a Peralta Luna luego de impactar a otro vehículo y ya sin control se subió a la vereda. En su camino destruyó un semáforo y recién consiguió detenerse a 70 metros de donde había quedado el cuerpo de la víctima, que ya se encontraba sin vida. Debido a esta larga trayectoria realizada por la camioneta antes de poder parar, se presume que el conductor manejaba muchos kilómetros por hora por encima de los 60 permitidos en una avenida como Corrientes.

La investigación del hecho quedó en manos del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Número 46, a cargo de Jorge Anselmo De Santo, caratulado como «homicidio culposo». Debido a que se trata de un delito que tiene penas previstas de entre uno y tres años de prisión, Di Pietro fue excarcelado hoy por la tarde. Mientras tanto el cuerpo de Peralta Luna continúa en la morgue judicial y su familia ya se presentó como querellante, representada por el abogado Natalio Nicodemo, a la espera que se conozca el resultado del test de alcoholemia realizado a Di Pietro. Aunque no está confirmado por fuentes de la causa, debido a la violencia del impacto se especula con que Di Pietro iba a más de 120 kilómetros por hora. Además habría testigos que aseguran haber visto al conductor alcoholizado cuando se bajó del vehículo.

Sabrina Mascarello, madre de Peralta Luna, difundió un video a través de redes sociales en el que pide testigos para esclarecer la muerte de su hijo. “No tengo certeza de que pasó, no sé ni siquiera si (Di Pietro) intentó esquivar a mi hijo. La policía no le puso las esposas nunca, estaba muy tranquilo con mi hijo tirado en el piso muerto”, señaló la mujer ante las cámaras de televisión. “Mi hijo se levantaba todos los días a laburar, mantenía su casa, su novia, no le pedía nada a nadie, no era un mantenido. Mi hijo era sano, feliz, tenía toda su vida por delante y se la robaron”, se lamentó. “Yo a mi hijo lo tengo dentro de una heladera todavía, no lo tengo conmigo, no lo pude abrazar y no le pude decir cuánto lo quiero. Necesito que todo el mundo salga a pedir justicia por Lucas, no tengo palabras y no tengo vida. Me mataron a mi hijo. El hombre ese tiene que pagar por lo que hizo”, pidió Mascarello.