Mientras se van sumando nuevas actividades presenciales, como el cine, las autoridades avanzan contrarreloj con la vacunación antes de que llegue el frío, y miran alertas la curva epidemiológica: en los últimos días se manifiesta un nuevo ascenso de casos en la mitad del país, sobre todo en el AMBA. Por ahora es leve, pero los próximos días serán claves para determinar si sólo fue el fin de semana largo o si es una tendencia que se profundiza.

En el parte diario del miércoles, CABA llegó a 1003 positivos. Hace una semana eran 764. Tomando el promedio de los últimos siete días, en la Ciudad había 648 positivos al 19 de febrero. Esta semana subieron a 728. A pesar del alza y la vuelta a las aulas (en 15 días ya debieron aislar a 880 chicos), el ministro de Salud porteño, Fernán Quirós, aseguró que el distrito no vacunará a los docentes en esta etapa.

El parte nacional del viernes fue sensiblemente menor al de los días anteriores, pero según los especialistas se debería a que cortaron el conteo dos horas antes. En el promedio semanal, el país sufrió 6292 nuevos casos frente a los 5598 de la semana anterior. La parte levemente positiva: el promedio de fallecidos bajó. Era 172 la primera semana de febrero, y fue de 128 en los últimos siete días.

En este contexto, la apertura de actividades continúa: abren los cines a un 30% de su capacidad y pronto podrían sumarse los estadios de fútbol, además del retorno de los chicos y chicas a clases ahora sí en todo el país.

“Con respecto a la semana pasada se ve aumento en varios lugares, no sólo en CABA. También Córdoba, Jujuy, Salta… Pero la semana pasada hubo un fin de semana largo. Si se compara con la anterior, al menos dejaron de bajar los contagios. Puede ser el inicio de un rebote o sólo una de esas mesetas que vimos muchas veces el año pasado”, resalta a Tiempo Jorge Aliaga, investigador de la Universidad de Hurlingham y del Conicet, especialista en el campo de los sistemas dinámicos y el análisis de datos. ¿Puede tener relación la vuelta a clases en CABA? “Puede –responde Aliaga–. Pero suena muy pronto. Puede ser también efecto de la vuelta de las vacaciones a los trabajos”.

En ese sentido, el bioquímico Santiago Olszevicki, quien también analiza datos desde que comenzó la pandemia, aportó a Télam que «en la curva de notificaciones de Ciudad de Buenos Aires vemos que viene aumentando el porcentaje de casos de la franja de entre 30 y 45 años, a diferencia de lo que pasó en diciembre, que la mayoría de nuevos reportes eran de menores de 30».

Otro especialista, Rodrigo Quiroga, bioinformático de la Universidad de Córdoba e investigador del Conicet, comparte el análisis: “Hay un aumento en la última semana en la mitad de las provincias. Se ve en los gráficos por fecha de reporte, pero también en los que son por fecha de diagnóstico, así que no sería solo por el feriado de la semana pasada, y es preocupante”.

El transporte es un punto central por el movimiento creciente de la gente. El martes 2 de febrero, la circulación de pasajeros en el AMBA fue del 45 por ciento. Este jueves llegó al 52 por ciento: casi 300 mil usuarios más por día. Quiroga acota que “los cuidados se han relajado mucho, las actividades de alto riesgo siguen abiertas: bares, restaurantes, gimnasios, iglesias y ahora las escuelas. Eso, sumado a la estacionalidad, porque estamos empezando los primeros fríos y las reuniones se hacen puertas adentro, aumentando la contagiosidad del virus. Y hay factores biológicos: sabemos que el virus dura menos tiempo vivo en las gotitas llamadas ‘aerosoles’ cuando la temperatura y la humedad son altas”.

Aumentan los casos nuevos, pero crece la vacunación. Con lo que llegue en las próximas horas desde Rusia, la Argentina tendrá casi 4 millones de dosis. “Si avanza rápido, la vacunación va a bajar la cantidad de muertos, porque se está vacunando a la gente que más se muere –apunta Aliaga–. No a la gente que más se contagia, así que los contagios no van a bajar. El riesgo de muchos contagios, y en especial vacunando, es que aparezca una cepa resistente a la vacuna”, alerta.

El promedio semanal de casos en Provincia también aumentó esta semana de 2328 a 2608. La que comienza el lunes será clave para definir si se convierte en tendencia y repercute en otros factores claves como la tasa de duplicación. “Se estabilizó el descenso de casos que teníamos marcado, dejó de bajar –afirma a este diario Enio García, jefe de asesores del Ministerio de Salud bonaerense–. Tenemos que analizar cómo se desarrolla la semana que viene también para hablar de un cambio de tendencia, pero por los datos que vamos viendo, como la positividad, los llamados al 148, las fechas de apertura y de síntomas, todo indicaría que lo que está pasando es que dejamos de bajar como veníamos bajando antes”.

Un programa para detectar asintomáticos

Guillermo Durán, investigador del Conicet y director del Instituto de Cálculo de la Facultad de Ciencias Exactas de la UBA, coordina los 17 centros de monitoreo universitarios de Covid que funcionan en el interior bonaerense para el rastreo y seguimiento de los contactos estrechos de personas con coronavirus (a esos se agregan otro 18 en el AMBA). Son call centers, situados en universidades, en donde unos dos mil estudiantes y graduados -algunos voluntarios y otros becados- realizan más de 10.000 llamadas diarias en base a casos positivos y también a sospechosos. “Planteamos que nos parecía incorrecto que los seguimientos se hicieran desde el caso confirmado. Por la dinámica que tiene esta enfermedad, eso hacía que llegaras tarde”, explicó a NexCiencia, el sitio de divulgación de Exactas. El seguimiento consiste en “llamar al contacto estrecho todos los días, si le hace falta algún medicamento, alimento o tiene cualquier otra necesidad. Todo se registra y se comunica al Municipio para que lo resuelva. Lo que estamos intentando ahora es que al quinto día desde que vio por última vez a su caso base, por más que no tenga síntomas, a ese contacto estrecho se lo testee. Porque hay mucho caso asintomático. Y es difícil que la persona que no tiene síntomas cumpla el aislamiento. Varias de estas acciones en la provincia tienen que ver con eso: apostar fuertemente al aplastamiento de la curva”.