Tras superar el viernes la aciaga vara de las 50 mil muertes por Covid-19 desde el comienzo de la pandemia, la Argentina se encuentra en una encrucijada urgente: en vísperas del inicio de las clases en la Ciudad, y a dos semanas de la fecha pautada para arrancar en todo el país, debería acelerar su operativo de vacunación de modo de alcanzar, en el mediano plazo, a una parte considerable de los docentes.

La variable de ajuste de ese plan sigue siendo la disponibilidad de vacunas, y en ese campo peliagudo, donde tallan los intereses de la geopolítica global, el panorama, que se había oscurecido con el anuncio de las demoras en la entrega de la vacuna rusa, parece despejarse.

De no aparecer contratiempos fuera de agenda, este martes arribaría al país el cargamento con 580 mil dosis de la vacuna de AstraZeneca desarrollada por la Universidad de Oxford, producidas en el Serum Institute de la India y transportadas por DHL. Esa partida adicional que cerró el gobierno nacional con el laboratorio anglosueco se suma a las 400 mil vacunas Sputnik V arribadas a Ezeiza en el vuelo de Aerolíneas Argentinas que llegó el viernes desde Moscú.

Si, como afirmaron las autoridades del Ministerio de Salud y refrendaron las del Fondo Ruso de Inversión Directa, los envíos de Sputnik V se regularizan a partir de esta semana y el Instituto Gamaleya aporta el millón de dosis semanal acordado inicialmente, el cálculo más optimista permitiría pensar en un total de poco menos de tres millones de vacunas disponibles para desplegar un operativo de inmunización por primera vez masivo.

A ese número hay que agregar el millón de vacunas acordado con la estatal china Sinopharm (mitad de la primera dosis, mitad de la segunda), aunque faltan detalles de aprobación de ANMAT y definir cuestiones logísticas que impiden ponerle fecha al arribo.

Sin embargo, la experiencia reciente y el complejo paisaje de acceso a las vacuna en todo el mundo, que poco se ha modificado, invitan a la prudencia. Por lo pronto, es seguro que esta semana habrá al menos 980 mil dosis.

Ya en marzo, con las temperaturas en descenso y los alumnos en las aulas, la necesidad de inmunizar a un importante porcentaje de la población se redoblará. Ese mes arribaría, además de las Sputnik en envíos regularizados, primero otra partida de 580 mil de AstraZeneca. También deberían empezar a llegar las 2,2 millones comprometidas por la ONU por el instrumento Covax para el primer semestre. E inmediatamente después, los lotes de Oxford que durante todo el año deberían completar los 22,4 millones acordados, envasados en México a partir de sustancias activas producidas en el laboratorio argentino mAbxience. «