Otra causa judicial impulsada por la ex titular de la Oficina Anticorrupción (OA) durante el gobierno de Cambiemos, Laura Alonso, contra un funcionario del gobierno 2003-2015, quedó pedaleando en el aire en tribunales.

Se trata de una denuncia anónima por presunto “enriquecimiento ilícito” que la OA impulsó contra el ex jefe del Ejército César Milani, por el presunto pago reiterado de facturas del Mercado Central en el marco de un convenio de aprovisionamiento de alimentos para guarniciones militares.

Curiosamente, la causa –que se inició en 2014- fue impulsada por el propio Milani contra oficiales y encargados de la provisión de alimentos del Ejército, quienes finalmente terminaron procesados, en un fallo de 226 páginas al que tuvo acceso Tiempo.

El juez federal de San Martín Emiliano Canicoba recordó que la imputación contra Milani “se inició merced a la denuncia anónima formulada vía mail en fecha 16/4/2016 a la Oficina Anticorrupción mediante la cual se solicitó se investigue la realización de negociados entre el mencionado Milani, la Corporación del Mercado Central y el Ejército Argentino”.

Para ese entonces ya había una investigación en marcha que había sido impulsada por Milani: el 9 de junio de 2014, dos años antes del mail anónimo, el Jefe de la Dirección de Intendencia del Ejército, general de brigada José Eduardo Medina, formuló la denuncia.

La OA, bajo la dirección de Alonso, sumó a Milani dos años después. Advirtió sobre una defraudación del orden de los 90 millones de pesos, “lo cual había posibilitado que el Jefe del Ejército Argentino se enriqueciera en forma ilícita”.

Después de seis años de investigación, el juez Canicoba (hijo del magistrado federal porteño Rodolfo Canicoba Corral) resolvió que “más allá de la denuncia que diera origen a la causa, en el curso de la investigación sustanciada no se incorporó elemento alguno que autorice fundadamente a presumir que Milani tuviera algún tipo de intervención en las maniobras denunciadas”.

“La denuncia que diera cuenta a la Oficina Anticorrupción de la existencia de un presunto accionar delictivo por parte de Milani, a más de resultar vaga e imprecisa por no haber aportado elemento alguno en orden al sustento de los hechos que refiriera, ni tampoco sindicado a ningún otro presunto interviniente, fue realizada en forma anónima, de modo que tampoco fue posible oír a su autor y recabar por esa vía otra información o mayores precisiones”.

El juez dispuso la “falta de mérito” para Milani, lo que si bien no cierra definitivamente la causa, mejora sensiblemente su situación en el expediente.  Sobre todo porque en otro párrafo, Canicoba subrayó que “las constancias no autorizan a presumir una significativa variación de la situación patrimonial de Milani a la fecha de los hechos”.

Sobre Milani pesan otras dos causas por presunto enriquecimiento ilícito, una de las cuales incluso está elevada a juicio oral y público.

“La realización de numerosas diligencias de instrucción tendientes a establecer la situación patrimonial del denunciado no arrojaron resultados que permitieran confirmar el extremo indicado”, resume el fallo.